Baja Verapaz

Sequía agrava el hambre en el Corredor Seco

Alto índice de desnutrición, pobreza y degradación de los recursos naturales son algunos de los efectos de la sequía prolongada en la zona semiárida del país, conocida como Corredor Seco.

El estado en el que se encuentran los sembradíos de maíz, en Santa Rita, Guastatoya, El Progreso, evidencia la falta de lluvia.

El estado en el que se encuentran los sembradíos de maíz, en Santa Rita, Guastatoya, El Progreso, evidencia la falta de lluvia.

Esa área incluye tres mil 236 poblados de ocho departamentos, donde se calcula que viven un millón 251 mil 324 personas, según el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga).

Resulta extraño hablar de sequía cuando la lluvia ha inundado zonas de Escuintla, Suchitepéquez y Retalhuleu, donde, según Eddy Sánchez, director del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), solo en septiembre último, la lluvia sobrepasó el 65 por ciento de lo normal. En el Corredor Seco es distinto, pues en esa zona el fenómeno de El Niño causa estragos desde el 2012.

El Corredor Seco abarca parte de Quiché, Baja Verapaz, El Progreso, Guatemala, Zacapa, Chiquimula, Jalapa y Jutiapa, donde vive el 11% de los más de 16 millones de habitantes que contabilizó, hasta el 31 de diciembre del 2015, el Registro Nacional de las Personas.

De acuerdo con el estudio de caracterización del Corredor Seco centroamericano, que incluye a El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, efectuado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO, en inglés), en los últimos 10 años la sequía ha dejado a más de 3.5 millones de personas con necesidad de asistencia humanitaria.

Corredor se extiende

El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales proyectó para este año que el Corredor Seco se extendería a Santa Rosa, Huehuetenango y Totonicapán, e incluso algunos lugares de Retalhuleu y Suchitepéquez.

Oxfam International —confederación internacional que se dedica a labores humanitarias en 90 países— establece que en el 2014 y 2015 el daño en la agricultura guatemalteca por la sequía fue de entre 70 y 80%. Además, señala que hay debilidad de los gobiernos —del Istmo— para responder a ese tipo de emergencias, que aumentan la desigualdad.

Germán González, jefe de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Sesán), afirmó que este año las pérdidas se calculan en el 90% en la cosecha de maíz y 60% en frijol.

Pierden cosecha

Gerber Vásquez Cárcamo, originario de la aldea Tulumaje, San Agustín Acasaguastlán, El Progreso, relata el sufrimiento de las familias que viven en esa zona árida y de pobreza, y teme perder otra vez su cosecha, lo que lo condenaría, junto a su familia, a vivir un año más de carencia alimentaria.

“Sembramos en las montañas y este año de nuevo nos fue mal, por la falta de lluvia. La primera cosecha se perdió y esperamos que en la segunda siembra llueva, para evitar más daños. Nosotros subsistimos de lo que producimos”, afirmó.

En El Progreso, unas 13 mil 837 familias —195 comunidades— se encuentran en situación alarmante por la sequía. Un monitoreo del Maga en esa región, a través de las Agencias Municipales de Extensión Rural, señala que de nueve mil 675.93 hectáreas cultivadas —ocho mil 706.98 de maíz— solo es posible rescatar mil 16.6, según Jorge Luis Ibáñez, jefe de apoyo tecnológico del Maga.

Las pérdidas económicas en la agricultura ascienden a Q24.3 millones, Q20 millones 838 mil 714 en maíz y Q3 millones 463 mil cien en frijol, añadió Ibáñez.

Juan Ramírez Flores, agricultor de El Jícaro, cataloga de alarmante la situación y dijo que la poca lluvia se evapora con rapidez y daña más los cultivos. Resaltó que la situación también ha tenido efectos en la salud de los vecinos, pues presentan manchas por quemaduras en la piel y otros padecen desnutrición.

En Jalapa, la situación es similar. Se cree que 15 mil familias de la cabecera padecen hambre, debido a la falta de alimentos, por las sequías de los últimos años.

Proyecciones de agricultores y de autoridades municipales señalan que este año se perdió toda la cosecha y que los municipios más afectados son San Pedro Pinula y San Luis Jilotepeque.

“Este año ha sido el peor para los agricultores de estos municipios. Hemos hecho el barrido —monitoreo— para saber cuál es la proyección de cosecha y hemos tenido informes de pérdida total de la primera siembra”, dijo Pedro Escobar, jefe de la oficina de seguridad alimentaria de la Municipalidad de San Pedro Pinula, donde viven 14 mil personas, según el último censo del Instituto Nacional de Estadística.

“En los últimos tres años ha habido pérdidas. El año pasado los agricultores cosecharon un promedio de 40 libras por tarea —área de unos 22.5 metros cuadrados de tierra—, mientras que este año la pérdida fue total, ya que los agricultores no cosecharon maíz ni frijol”, agregó Escobar.

Julio Pérez Gómez, vecino de La Cumbre, en la cabecera de Jalapa, recuerda cuando en años anteriores cosechaba entre 30 y 40 quintales de maíz, mientras que este año sus tierras parecen un desierto.

“Aquí lo perdimos todo, no sabemos qué vamos a hacer con la familia. No hay trabajo y lo único que nos sostiene es lo que cosechábamos”, afirmó.

José Manuel Méndez, alcalde de San Pedro Pinula, se refirió a un acuerdo con el Maga para atender con asistencia alimentaria a los afectados. “Estamos preocupados y exigimos al presidente Jimmy Morales que atienda la demanda de Jalapa, donde, por falta de comida, se están disparando los casos de desnutrición aguda y severa”, dijo.

En Chiquimula, datos preliminares del Maga establecen que el 50% de la cosecha está perdida y Mario Pérez, agricultor de Jocotán, dice que el 70% de su cultivo se perdió.

En Santa Rosa, Oratorio es el municipio más afectado por la falta de lluvia. Jesús Lima, de 73 años, de la aldea Las Marías, comentó que vive preocupada porque este año no hubo cosecha de maíz ni maicillo. “Estoy muy triste, porque la poca cosecha los insectos la dañaron”, refirió.

En Uspantán, Quiché, zona que abarca el Corredor Seco, líderes comunitarios informaron que por tercer año consecutivo el 50% de los cultivos se dañó y la ayuda del Gobierno es escasa.

En Aguacatán, Huehuetenango, lo extendido del período seco provocó falta de humedad en el suelo, lo que se traduce en pérdidas en la agricultura, señaló Rolando Gómez, técnico de la Fundación para la Conservación y el Ecodesarrollo.

Gaspar Martín, agricultor, refirió que hay desequilibrio en las condiciones del tiempo y ahora es cuestión de suerte si se logra una buena cosecha.

Afectos

El Sistema de Información Gerencial de Salud del Ministerio de Salud establece que este año, hasta el 9 de septiembre, se registraron 10 mil 190 casos de desnutrición —dos mil 245 severos—, cerca de superar los 14 mil 734 del 2015.

El 46% de pacientes con desnutrición a escala nacional se registra en niños de 12 a 24 meses, y el mayor índice se registra en Escuintla y Sacatepéquez —795 y 448, respectivamente—. Del Corredor Seco, Chiquimula es el más afectado, con 380 casos, ceca de los 466 del 2015.

Medidas de mitigación

González, de la Sesán, explicó que 54 mil 674 personas han solicitado raciones de ayuda alimentaria al Gobierno y que han atendido a 51 mil 88. Destacó que en los últimos tres años implementaron el plan Alimentos por Trabajo, que ofrece raciones a las familias a cambio de obras de conservación de suelo y agua.

“La meta es disminuir la desnutrición aguda, y se ha logrado, pero en el Corredor Seco no se ha reducido con tanta intensidad”, agregó González.

El Gobierno también prometió subsidiar, a escala nacional, a más de 600 mil pequeños productores con cupones de Q200, que sustituyen el programa de fertilizantes.

Andrea Aldana Flores, defensora del derecho a la alimentación, de la Procuraduría de los Derechos Humanos, lamentó que el Gobierno no haya tenido la capacidad para atender a las familias que necesitan ayuda por la sequía.

Añadió que hay programas de ayuda social que no están funcionando por falta de personal. Prueba de ello es que hasta junio de este año solo se había ejecutado el 43% de los Q40.3 millones del presupuesto asignado para asistencia alimentaria. Además, señaló que la poca ayuda no llega a las familias necesitadas, muchas veces por intereses políticos.

Antecedentes 

Video publicado en agosto del 2014.

Héctor Contreras, Hugo Oliva, Edwin Paxtor, Oswaldo Cardona, Óscar Figueroa y Mike Castillo