Baja Verapaz

Tragedias truncan el sueño americano de migrantes 

El cadáver  de Miriam Samayoa Véliz fue hallado  quemado en su apartamento en Queens, Nueva York, Estados Unidos, el 16 de octubre recién pasado, y es el último de los casos de muertes violentas de guatemaltecos en ese país, al que fueron en busca del sueño americano y encontraron  un  final trágico.

En Salamá, la familia de Miriam Samayoa Véliz espera de la repatriación de sus restos de Estados Unidos. (Foto Prensa Libre: Carlos Grave)

En Salamá, la familia de Miriam Samayoa Véliz espera de la repatriación de sus restos de Estados Unidos. (Foto Prensa Libre: Carlos Grave)

Samayoa Véliz, de 28 años, era de Salamá, Baja Verapaz, donde todavía son esperados sus restos por su familia. El principal sospechoso del crimen es Carlos León, o Carlos Alvarado, novio de la víctima, quien ya fue capturado.  
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Hugo Alfredo Talé Yax, 31, de Totonicapán, murió heroicamente en el 2010, cuando intentó defender a una mujer que  era víctima de un asalto en Nueva York. El guatemalteco falleció desangrado en la vía pública, sin recibir ayuda.

El 26 de agosto del 2014, en Oklahoma,  William Rolando Fuentes Godínez en un ataque de celos mató  a su esposa, Jaquelin Maribel Ramírez Fuentes, y a sus dos hijos. La pareja, originaria de San Pedro Sacatepéquez, tenía siete años de vivir en   EE. UU.

Un día después de ese  crimen ocurrió otro a guatemaltecos en el mismo estado. Karen Cifuentes, 19,  hija de padres originarios de Sibilia, Quetzaltenango, murió en una balacera.
  
Aunque otros no han sido ultimados, muchas muertes no dejan de ser trágicas, como el caso de Moisés Ismael Locón Yac, 26, quien falleció el 23 de marzo último en una explosión de gas  mientras laboraba en un restaurante en Nueva York.

Locón Yac era  de San Andrés Semetabaj, Sololá, y había emigrado siete años antes. Su familia contó que él quería volver a casa, comprar un terreno y dedicarse a la agricultura.
 
El mismo día de la repatriación de los restos de Locón Yac fueron traídos los de Jorge Fernando Simón, 26, quien murió en Stamford, Connecticut. El fallecido era de San Martín Jilotepeque, Chimaltenango, y estuvo desaparecido por 15 días hasta que su cadáver fue encontrado en una playa.

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