Clasificación de basura en Guatemala 2025: Quiénes deben vacunarse y qué vacunas son obligatorias
Desde el 11 de febrero del 2025, Guatemala aplica la separación obligatoria de residuos, desechos y vacunación, con el objetivo de proteger la salud pública y reducir la contaminación ambiental. ¿Está preparado?

Trabajadores de recolección de basura en Guatemala deberán contar con vacunas obligatorias a partir de febrero de 2025, como parte del reglamento que busca proteger su salud y prevenir enfermedades. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)
A partir del 11 de febrero del 2025, Guatemala dio un paso significativo en la gestión responsable de sus residuos con la aplicación obligatoria del acuerdo gubernativo 164-2021.
Este artículo podría serle de utilidad: Clasificación de basura en Guatemala: ¿Qué hacer con jeringas, vidrios, medicamentos vencidos y aparatos eléctricos?
El reglamento establece lineamientos claros sobre la separación de desechos y, al mismo tiempo, prioriza la salud y seguridad de quienes trabajan en la recolección de basura, un eslabón fundamental en el cuidado del medioambiente y la prevención de enfermedades.
Aunque la separación de residuos ha sido un reto en el país, expertos como Fredy Chiroy, asesor ambiental de la Asociación de Generadores de Energía Renovable (AGER), consideran que no postergar más su cumplimiento es una decisión acertada.
El objetivo del reglamento es claro: prevenir la contaminación, proteger la salud de la población y regular las acciones relacionadas con el manejo de desechos sólidos.
Sin embargo, este esfuerzo no recae exclusivamente en las autoridades o en las empresas recolectoras, sino que involucra a toda la ciudadanía.
También le podría interesar leer: Clasificación de basura en Guatemala: 10 preguntas y respuestas sobre la normativa que entra en vigor el 11 de febrero.
La separación adecuada de residuos desde el hogar es crucial para facilitar el trabajo del personal de recolección y para reducir los riesgos sanitarios asociados.
Medida de protección laboral
El Artículo 8, Capítulo 2 del reglamento detalla las medidas de salud y seguridad ocupacional, incluyendo la inmunización obligatoria para el personal que participa en la recolección, transporte, tratamiento y disposición final de residuos.
Estas vacunas no solo son una exigencia legal, sino una barrera de protección frente a posibles enfermedades transmitidas por los desechos.
Las vacunas obligatorias son:
- Hepatitis B: protege contra una infección viral que afecta el hígado y que puede transmitirse por contacto con fluidos contaminados.
- Tétanos: previene una enfermedad grave causada por bacterias presentes en el suelo y los desechos.
- Rabia: inmuniza frente a una enfermedad viral que puede transmitirse por mordeduras de animales callejeros o contacto con residuos contaminados.
Requisitos del esquema de vacunación
Para que la inmunización sea considerada válida, el reglamento establece que:
- La vacuna contra la Hepatitis B debe completarse en su totalidad.
- La vacuna del Tétanos requiere al menos una dosis en los últimos cinco años.
- La vacuna contra la Rabia debe aplicarse en su esquema completo.
Registro y control
Los entes encargados de la gestión de residuos están obligados a mantener un registro actualizado sobre las vacunas aplicadas a su personal.
Este control permite garantizar que todos los trabajadores cuenten con la protección necesaria y que la operación se desarrolle en condiciones seguras y saludables.
Los residentes de una vivienda no están obligados a contar con el esquema de vacunación requerido, ya que únicamente manipulan los residuos generados en su hogar. Esta obligación aplica específicamente a los recolectores de basura y al personal de limpieza de empresas, oficinas, proyectos, entre otros, quienes están expuestos a desechos potencialmente peligrosos.
Compromiso ciudadano, clave para el éxito
La implementación efectiva de este reglamento depende también del compromiso de la población.
La separación de residuos en orgánicos, reciclables y no reciclables no solo facilita la labor de los recolectores, sino que reduce significativamente los riesgos sanitarios y ambientales.
Adherirse a esta normativa es una oportunidad para que cada persona aporte al cuidado del entorno, proteja la salud de quienes recogen la basura y contribuya a una Guatemala más limpia y segura.
El 2025 marca el inicio de una nueva etapa en la gestión de residuos. Participar activamente es un deber compartido que beneficia a todos.
¿Está listo para separar sus residuos y sumarse a este cambio? Su compromiso es esencial para el éxito de esta iniciativa y para el futuro ambiental del país.