Comunitario

Afectados por el cerro Alux esperan la ayuda estatal

Lo que serían viviendas provisionales de tablayeso y tubos plásticos se convirtieron en  hogares permanentes de  150 familias.

Juan Monroy, de 70 años, y su esposa, Clemencia Chavac, vivieron 40 años en el cerro Alux y aún esperan la ayuda ofrecida. (Foto Prensa Libre: Álvaro Interiano)

Juan Monroy, de 70 años, y su esposa, Clemencia Chavac, vivieron 40 años en el cerro Alux y aún esperan la ayuda ofrecida. (Foto Prensa Libre: Álvaro Interiano)

Estas familias fueron desalojadas del cerro Alux, en la zona 1 de Mixco, luego de que el área fue declarada inhabitable.

Cuatro años y nueve meses después del éxodo, las familias ven desaparecer la esperanza de tener una mejor vivienda.

El incumplimiento de las promesas de la Alcaldía de Mixco y del Gobierno en varias ocasiones  hace que los vecinos renuncien a la posibilidad de una vivienda digna.

En el 2012, el Ministerio de Comunicaciones, dirigido entonces por Alejandro Sinibaldi, prometió a los damnificados  que les proveería de viviendas en la colonia Satélite, zona 9 del mismo municipio.

Los terrenos fueron adquiridos pero el proyecto quedó inconcluso. Aún sin la certeza jurídica de la propiedad y  hacinadas en los albergues, sin contar con servicio  de energía eléctrica, alcantarillado y calles, varias familias  decidieron empezar a construir  por cuenta propia, buscando financiamiento bancario. 

El proyecto habitacional en Ciudad Satélite, zona 9 de Mixco, para las familias afectadas del cerro Alux, quedó inconcluso, debido al incumplimiento de la empresa desarrolladora Saval, S.A.

Aunque el Gobierno ya pagó la mitad del proyecto, existen dudas de por qué no se avanzó.

El viceministro de Vivienda, Carlos Barillas, explicó que a la empresa encargada de construir la lotificación se le trasladaron Q3.5 millones, pero aún no finaliza la obra.

“La empresa aún no ha terminado la urbanización y le trasladamos la mitad del dinero. No nos da un argumento —la empresa— de por qué no termina la obra”, indicó Barillas.

Desilusión

La desesperanza de las 150 familias se respira en las calles polvorientas del área de albergue, en la aldea Lo de Coy.

Los esposos Juan Monroy, de 70 años, y Clemencia Chavac, de 72, han perdido la ilusión de obtener la vivienda que prometió el Gobierno. Actualmente,  ambos  viven de la ayuda de vecinos y de algunos familiares.

Los afectados carecen de drenajes y deben compartir sanitarios y duchas en los albergues que serían temporales.

Oswaldo Gualim, padre de cuatro niños, decidió empezar a construir en el área que el Ministerio de Comunicaciones gestionó  para el proyecto de vivienda, aunque los terrenos no están urbanizados.

“No voy a esperar más promesas. Estoy construyendo como puedo. Soy albañil y demostraré —al Gobierno— que hacer una casa solo requiere de voluntad”, afirmó Gualim.

Algunas familias optaron por regresar a sus antiguas viviendas, en el área de riesgo, pero allí tampoco cuentan con servicios básicos, ya que fueron suspendidos por las autoridades municipales para, supuestamente, garantizar que nadie viviera en la zona y se arriesgara.

ESCRITO POR:

Edwin Pitán

Periodista de Prensa Libre y Guatevisión desde hace 14 años. Especializado en radio, prensa y televisión. Periodista del año de Prensa Libre en 2018. Productor de la emisión en directo de Noticiero Guatevisión.

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