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El sacerdote guatemalteco Alejandro García, quien realiza estudios en Navarra, España, fue invitado a acompañar procesiones del municipio Canillas de Albaida, en Andalucía, un pequeño poblado de casas blancas. Le resulta inevitable observar que, aunque de este país llegó la tradición procesional a Guatemala “son completamente diferentes a Guatemala, pero les une que hay fe en medio de todo”, relata García.
El recorrido de la procesión del Miércoles Santo es relativamente corto, pues se trata de un pueblo pequeño y en eso sí hay una semejanza con las actividades de municipios guatemaltecos. La decoración de las andas es sobria, con faroles iluminados mediante velas. No se usan uniformes, pero con todo y eso hay mucho fervor palpable.
Las actividades arrancan desde el Domingo de Ramos cuando hay una pequeña procesión de la entrada de Jesús en Jerusalén.
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Viernes Santo
En contraste con la anterior, en Viernes Santo, el padre García acompaña el acto devocional en el cual los fieles llevan a un crucificado, sin anda, mientras se reza el Viacrucis. No hay anda, solo tres devotos que cargan la cruz. En esta actividad solo van hombres, quienes acompañan el avance de la cruz en silencio.
El padre García tuvo la oportunidad de acompañar el rezo del Via Crucis por las callejuelas del pueblo. Por momentos, en el camino se entonan cantos, que también son usados en Guatemala, como “Perdona a tu pueblo, Señor”, lo cual aporta una especie de conexión mística. El padre García ha sido párroco en Taxisco y en Nueva Santa Rosa, en el departamento de Santa Rosa y se ha concentrado siempre en atender las necesidades espirituales de sus feligreses.
El pueblo de Canillas de Albaida es una pequeña villa de origen medieval, que actualmente posee unos 800 habitantes. Fue fundada en el siglo XIII.
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