Guatemala está en la transición hacia una nueva fase de contagios del coronavirus covid-19. La aparición del primer caso comunitario, en Patzún, Chimaltenango, significa que el virus ya se encuentra esparcido en el territorio nacional y, probablemente, según epidemiólogos, más diseminado de lo que se ha admitido.
Ante esto, las medidas que el país debe adoptar las próximas dos semanas deben ser más estrictas porque la situación se tornará crítica, y el riesgo de que la cadena de contagios se salga de control es alta. A ello se sumaría la realización de pruebas como una opción, por ahora, no tanto masiva sino más abarcadora.
Edwin Asturias, profesor de pediatría y epidemiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado, Estados Unidos, sostiene que Patzún no es el único lugar donde ya existe transmisión comunitaria, aunque epidemiológicamente sí es el primero donde se ha detectado.
“El riesgo no es solo de las comunidades cercanas a Patzún, sino en todo el país. Ya comienzan a aparecer casos en hospitales privados de la capital. Eso nos dice que el virus está más diseminado de lo que creemos”, advirtió.
El especialista puntualizó que en esta fase de la pandemia no es recomendable masificar las pruebas, ya que estas se necesitarán para diagnosticar casos con enfermedad moderada o grave que lleguen a los hospitales en los siguientes días, y solo de esta manera los médicos podrán saber cómo manejar a los pacientes.
Asturias propuso, también, que la única forma para saber cómo está diseminado el virus es hacer un muestreo sistemático.
“Como no hay tantas pruebas, lo mejor es concentrarse en los hospitales, porque allí llegarán los casos más serios. Y si tomamos muestras de cada neumonía y hospitalización por infección respiratoria, de seguro encontraremos dónde ya está el virus. Además, esas pruebas nos sirven en los hospitales para conocer cómo aislar a estos pacientes y tratarlos mejor, y proteger más adecuadamente al personal de salud”, precisó el facultativo de Colorado.
La contención
El aislamiento de Patzún supone un impacto social y económico; sin embargo, la medida es necesaria y podría represenar la contención de contagios, pero solo si la implementación es estricta.
El médico Arturo Sánchez López, especialista en enfermedades infecciosas, explicó que toda comunidad en la cual ingresa un caso positivo, tenga o no síntomas, es un factor de riesgo altísimo para los pobladores.
“Si a los pacientes positivos se les pone en cuarentena estricta, así como a sus contactos y los que conviven con él, y a esto se suma el hecho de que la población no tiene contacto con ellos y se pone en cuarentena a todo el municipio, se puede minimizar el daño”, resaltó Sánchez.
No obstante, si bien la cuarentena es una medida apropiada, también son necesarias las pruebas para identificar todos los casos de riesgo, incluidos los asintomáticos, subraya Nancy Sandoval, presidenta de la Asociación Guatemalteca de Enfermedades Infecciosas.
“Tenemos entendido que se está llevando una investigación formal y detallada con protocolos internacionales apegados a lineamientos de la OMS, que establecerá cuál fue el origen del contagio o al menos sugerirlo. Esto podrá dar más claridad para las recomendaciones adicionales por tomar en cuenta”, agregó la médica especialista en enfermedades parasitarias tropicales.
Asturias es más escéptico y cree que el cerco sanitario impuesto en el municipio de Chimaltenango no es suficiente. Incluso, duda que sea eficaz, porque el covid-19 no es un virus como el ébola o el cólera, que se transmite por contacto directo, sino a través de las microgotas de saliva de un contagiado.
Fase crítica
Hasta el 8 de abril, el Gobierno confirmó que había 87 infectados por covid-19, tres fallecidos y 17 recuperados. De acuerdo con Asturias, el pico de la epidemia podría darse entre las próximas seis u ocho semanas, pero aclaró que el impacto dependerá del esfuerzo colectivo que hagan los ciudadanos, los sanatorios y el Gobierno.
“El Ministerio de Salud tiene pocos recursos, por décadas abandonado en el presupuesto. Cualquier persona que esté al mando sentirá impotencia de no contar con lo que necesita para afrontar esta crisis. Pero eso no significa que no pueda coordinar con expertos, laboratorios y organizaciones que están tratando de hacer lo mejor”, señaló.
Por su parte, Sánchez López consideró que el pico del virus en el país podría registrarse en dos o tres semanas y que en mayo aumentará la confirmación de contagios, según el patrón de la pandemia observado en otros países.
A su vez, Sandoval reflexionó que es importante prepararse para las siguientes semanas, pues está próxima la fase de mayor intensidad en Guatemala.