El religioso, del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, conocidos como Hermanos de La Salle, fue proclamado beato ayer sábado en Huehuetenango.
En noviembre de 2018 el papa Francisco había firmado el decreto con el que se reconocía su martirio y que permitió su beatificación, al reconocer que Miller había sido asesinado “por odio de la fe”.
El nuevo beato nació en Stevens Point (Estados Unidos) el 21 de septiembre de 1944 y fue enviado en agosto de 1969 a una escuela misionera de los Hermanos de la Salle en Bluefields, en Nicaragua.
Permaneció en ese país hasta julio de 1979, cuando salió en época de la revolución sandinista.
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En enero de 1981 fue destinado a Guatemala al Colegio De La Salle Huehuetenango y trabajó también en el Centro Indígena, en el que jóvenes indígenas mayas de las zonas rurales estudiaban y se formaban en agricultura.
Dos años más tarde, en la tarde del 13 de febrero de 1982 cuando trabajaba en la construcción de un muro del Centro Indígena, recibió varios disparos de un grupo de tres hombres con el rostro cubierto.
Su muerte se relacionó siempre con su oposición a que se reclutaran a los indígenas para el Ejército.
La declaración del “martirio” es decisiva para la beatificación, ya que entonces no es necesario reconocer un milagro.
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