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El “Viejito” de los Bomberos Voluntarios que ha dedicado 25 años de su vida al rescate

Adán Alfredo Hidalgo López, de 53 años, ha prestado servicio al Cuerpo de Bomberos Voluntarios (CBV) durante 25 años. Ha vivido sacrificios personales y profesionales.

Adan Hidalgo presta servicio en la 22 Compañía de los CBV, en Mixco. (Foto Prensa Libre: Erick Ávila)

Adan Hidalgo presta servicio en la 22 Compañía de los CBV, en Mixco. (Foto Prensa Libre: Erick Ávila)

Momentos difíciles en su vida familiar lo motivaron para integrarse a ese equipo de socorristas en 1991.

En la actualidad, ingresa a la 22 Compañía a las 8 de la mañana y 24 horas después se retira para descansar un poco.

El “Viejito”– como le llaman sus compañeros– motivado por un anuncio televisivo se presentó a una de las estaciones de los CBV. Ha prestado apoyo en las emergencias nacionales como el paso de los huracanes Stan, Mitch y Agatha. Ha salvado vidas víctimas de la violencia en el país.

Vida y Preparación

“Ha sido muy sacrificado. Estuve casado. No supe que era compartir un fin de semana en familia”, admite.

Pero él está convencido que su labor es gratificante cuando se trata de salvar una vida.

Hidalgo López se ha preparado en el extranjero. En España participó en un intercambio Interamericano de bomberos, en el que asistieron 60 países.

Tiene experiencia en rescate de espacios reducidos, rescates en espacios colapsados, en alturas, descensos en helicóptero.  Actualmente es instructor de auto contenido  a nivel centroamericano.

Emergencias impactantes

Uno de los momentos más impactantes para él fue el terremoto de 7.2 grados registrado el 7 de noviembre del 2012. Uno de los departamentos más afectados fue San Marcos. En ese lugar, Adán fue a una zona de allí con el afán de rescatar a las personas que habían quedado soterradas, pero en su lugar todo estaba desolado, lleno de escombros.

Comenzó a levantar algunos restos de las viviendas cuando halló a una familia completa que había muerto. El peor escenario para él fue ver que un menor tenía abrazado a su hermana de unos 5 años, mientras la pequeña tenía entre sus brazos un peluche.


“Un compañero me preguntó: ¿qué te pasó, estás bien?, le dije que sí. Seguí mi trabajo de recuperar los cuerpos. En el lugar se había caído un peñasco y al terminar fui a ese lugar y lloré. No pude más”, relata el socorrista.

Otro de los casos en los que ha prestado servicio ha sido en el rescate de Julio Alvarado, sobreviviente del accidente aéreo ocurrido en mayo en el Volcán de Agua. El piloto de la avioneta fue la víctima. Tres días les tomó hallar a Alvarado. El día que iban a suspender la búsqueda obtuvieron imágenes que ayudaron a ubicarlo. El pasado 4 de junio alrededor de las 3 horas lograron retirar a Alvarado de las faldas de ese coloso.

El rescatista también recuerda el día en que trasladaron a Leonardo Franco, uno de los fundadores del grupo Iracundos, a un hospital en la zona 1. Lamentablemente los médicos y rescatistas no pudieron hacer más por Franco, quien murió en el hospital.

Pero no todo es trágico en las emergencias. Adán también ha podido atender 17 partos. Como anécdota recuerda la vez que ayudó en cinco partos simultáneos, junto a otros compañeros tuvieron que enumerar a los bebés y las madres con un lapicero, para no confundirlos.

Para el rescatista Hidalgo López lo más difícil en su labor es no contar en la Compañía de Bomberos Voluntarios con equipo moderno. Él está convencido que sus compañeros están lo suficientemente capacitados, pero la falta de recursos dificulta la labor. Pese a ello, “somos una familia”, añade.

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