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Sin vacuna y de fácil contagio: así afecta la enfermedad mano, pie y boca a los niños

En Sacatepéquez se reportaron 133 casos de la enfermedad mano, pie y boca, que afecta principalmente a niños, aunque también puede presentarse en adultos.

El virus mano, pie y boca afecta principalmente a los niños, y puede ocasionar ampollas tipo herpes y llagas o úlceras en diferentes zonas de la boca. (Foto Prensa Libre: shutterstock)

El brote del virus mano, pie y boca, del que ya se reportan 133 casos en Sacatepéquez, podría estar asociado a la temporada de lluvia, pero también a una mayor concentración de población susceptible a la enfermedad, como ocurre con los niños en centros educativos, donde la diseminación es más fácil.

Herberth Maldonado, médico infectólogo y vicepresidente de la Asociación Guatemalteca de Enfermedades Infecciosas (AGEI), señala que esta es una enfermedad propia de la infancia, porque en este período de la vida hay menor madurez inmunológica, lo que conlleva una respuesta débil del sistema de defensa ante una infección viral. Sin embargo, también puede afectar a adolescentes y adultos que no se contagiaron durante la niñez.

El Ministerio de Salud informa que el virus mano, pie y boca no forma parte de las enfermedades sujetas a vigilancia epidemiológica obligatoria. La supervisión ocurre únicamente cuando se presenta un brote, como el reportado por la Dirección Departamental de Redes Integradas de Servicios de Salud de Sacatepéquez, que notificó un repunte de casos en su jurisdicción.

Los municipios con mayor número de casos reportados son: Santiago Sacatepéquez (27), San Lucas Sacatepéquez (26), Ciudad Vieja (23) y Antigua Guatemala (20). La población más afectada son niños de entre 0 y 9 años, quienes representan el 86% de los casos.

El enterovirus Coxsackie es el agente causante de la enfermedad, particularmente los tipos A16 y A71. Los síntomas incluyen dolor de garganta y fiebre, que evolucionan a la aparición de aftas o úlceras en diferentes zonas de la boca, como las encías, la lengua, el paladar blando o la faringe. Es característico que los pacientes babeen o saliven, debido a la dificultad para tragar, incluso su propia saliva.

También pueden presentarse lesiones vesiculares y herpéticas en manos y pies, lo que da nombre a la enfermedad como virus mano, pie y boca.

Según Maldonado, no existe una vacuna contra esta enfermedad y tampoco son efectivos los antibióticos ni los antivirales para tratarla. Algunas terapias tradicionales, como ciertos enjuagues bucales, podrían irritar las zonas afectadas. Por ello, advierte sobre los riesgos de la automedicación, que podría agravar el cuadro clínico.

El tratamiento se basa sobre todo en dar cuidados para que la persona se sienta mejor.

Lo más importante es aliviar el dolor de las llagas en la boca, que hacen difícil tragar.

Se recomienda el uso de analgésicos o antipiréticos para reducir la fiebre, siempre bajo prescripción médica.

Durante la enfermedad, es fundamental mantener al paciente hidratado, preferentemente con líquidos fríos, para aliviar el malestar.

A simple vista, las lesiones pueden confundirse con herpes labial —frecuente en adolescentes y adultos—, debido a las vesículas en la boca, aunque estas suelen estar localizadas.

En cambio, la enfermedad mano, pie y boca se caracteriza por múltiples lesiones diseminadas en la faringe o el paladar blando, acompañadas de erupciones en manos y pies, lo que permite un diagnóstico clínico más certero.

Exposición al virus

El virus mano, pie y boca se transmite por secreciones respiratorias, contacto cercano o roce directo con lesiones activas en manos y pies, así como por el líquido de las ampollas, las heces o el contacto con objetos contaminados, como juguetes o útiles escolares.

Maldonado explica que una persona es contagiosa durante la primera semana de la enfermedad, periodo en el que presenta fiebre, lesiones en la boca y erupciones en la piel.

El enterovirus Coxsackie no es nuevo; siempre ha circulado entre la población. Sin embargo, en las últimas semanas, los pediatras han observado un incremento de casos que, aunque no son de notificación obligatoria, deberían ser comunicados al Ministerio de Salud cuando se registre un repunte, con el fin de reforzar los protocolos y compartir información oportuna para evitar contagios.

Añade que, cuando un niño está enfermo, debe ser evaluado para determinar si representa un riesgo para los demás, especialmente si asiste a centros educativos donde convive con otros menores. Evitar el contacto social durante el periodo de contagio contribuye a limitar la diseminación del virus.

“La escuela debería tener bien claro el protocolo de abordaje de estos casos, de padecimientos frecuentes en la infancia. Sabemos que las enfermedades se transmiten mejor cuando hay poca ventilación; por tanto, es importante que las aulas estén ventiladas y que los espacios sean limpiados a diario”, indica el infectólogo.

El niño podría presentar complicaciones si no se mantiene una adecuada higiene de las lesiones, lo que puede dar lugar a infecciones bacterianas secundarias. En casos poco frecuentes, también podría desarrollarse meningitis.

El Ministerio de Salud enfatiza que la prevención y la higiene son factores esenciales para frenar el contagio, especialmente mediante el lavado frecuente de manos y la desinfección de superficies u objetos contaminados.

Agrega que los casos detectados se concentran en Sacatepéquez, donde mantienen la vigilancia para verificar que el brote no se extienda a otras zonas.

ESCRITO POR:

Ana Lucía Ola

Periodista de Prensa Libre especializada en temas comunitarios, con énfasis en Salud y Educación, con 17 años de experiencia. Reconocida con el Premio de Prensa Libre en categoría Reportaje, en 2019. Premio de la UPANA por Informar a la población guatemalteca sobre la realidad en nutrición y desnutrición en el país, en 2019. Diplomado El periodismo en la era digital como agente y líder de la transformación digital impartido por el Tecnológico de Monterrey.