El padre del menor, Ángel Dueño de nacionalidad puertorriqueña y de unos 65 años, contó que ayer advirtió a su hijo que si jugaba con el arma iba a terminar muerto, y fue lo que sucedió este martes, explicó el hombre a la Policía Nacional Civil, (PNC).
“Lo que pasó, pasó”, dijo el hombre a los agentes mientras comía un pedazo de pollo que Arani cocinó para el almuerzo de hoy.
La PNC informó que al llegar al cuarto donde estaba el cadáver el arma de fuego ya no estaba ahí, “yo tomé el arma y la guarde en su estuche”, dijo Dueño. La Policía le quitó el arma al hombre y la puso bajo custodia mientras el Ministerio Público comienza las averiguaciones.
De lo ocurrido, los vecinos avisaron a la madre del adolescente, Virginia Herrera, quien explicó: “Cuando llegué fui al cuarto, encontré al niño sobre la cama donde duerme su papá, el arma la tenía sobre el pecho”.
Dueño manifestó que cuando su hijo se disparó él estaba en la parte de atrás de la casa viendo unos arbustos, “el balazo no lo escuché por la construcción de la casa”.
Dueño se resistió a que la policía le colocara los grilletes y unas bolsas para preservar posibles residuos de pólvora de sus manos. “Yo no he matado a nadie”, insistió el puertorriqueño.
Herrera contó que la relación entre su esposo y su hijo no era buena, siempre discutían; en el caso de ella, la relación era tensa debido al mal carácter de su cónyuge.
El puertorriqueño, quien tiene 26 años de vivir en Guatemala, dijo que guardaba el revólver en la cabera de la cama a la vista de su hijo; aseguró que nunca ha utilizado el arma y que no tiene enemigos.