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Se reduce brecha educativa en niñas

Las estadísticas del Ministerio de Educación (Mineduc) reflejan que en los últimos años la brecha entre niños y niñas de educación primaria se han reducido; sin embargo, aún hay retos que deben considerarse, señalan analistas.

La tasa de niñas que abandonaron la escuela en 2008 fue 5.3 por ciento y durante 2014 fue de 3.27. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

La tasa de niñas que abandonaron la escuela en 2008 fue 5.3 por ciento y durante 2014 fue de 3.27. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Aunque ahora más niñas acuden a las escuelas, ellas deben enfrentarse a una serie de dificultades que amenazan su permanencia en el sistema educativo e incluso se ven sometidas a un currículo oculto que les enseña supuestos roles que les toca asumir en la sociedad, afirman expertos.

La terminación de la primaria durante un período de 10 años —de 2003 a 2013— muestra que se aumentó el porcentaje al pasar de 64.1 por ciento a 82.7 por ciento, así mismo la brecha de género se disminuyó de 9.5 a 1.9 puntos, según datos del Informe de revisión nacional de la educación para todos Guatemala 2000 – 2013.

En 2013 la tasa de terminación de la primaria por hombres estaba en 68.8 por ciento y la de mujeres en 59.3 por ciento, mientras que en 2013 fue de 83.7 y 81.7, respectivamente.

Con respecto a la cobertura escolar, aunque se ha reducido la brecha, sí muestra que la baja extensión que ha tenido el país durante los últimos años ha impactado a ambos sexos. Por ejemplo, en 2008 la escolaridad fue de 96.5 por ciento en hombres y en mujeres 93.6 por ciento, en tanto que en 2014 fue 82.6 y 81.4 por ciento, respectivamente.

La tasa de niñas que abandonaron la escuela en 2008 fue 5.3 por ciento y en niños de 6.1; durante 2014 fue de 3.27 y 3.82 por ciento, en dicho orden.

En cuanto a la promoción, las niñas superan a los hombres en 2008, ya que ganaron el grado el 85.37 por ciento y los varones, 83.26 por ciento, y en 2014 fueron 88.79 y 86.32 por ciento, respectivamente.

Factores

Roberto Barrios, coordinador del Programa de Investigación en la Educación de la Dirección General de Investigación (DIGI), señaló que cuando se habla de niñas se debe desagregarlas, ya que las menores indígenas tienen menos oportunidades de continuar en el sistema educativo que las mestizas.

“Determinado de alguna manera por factores de pobreza y pobreza extrema, y por otro lado, por el rol que la niña desempeña o realiza dentro de las comunidades que se limita más a oficios de tipo doméstico, casamientos y embarazos precoces”, aseveró.

Agregó que también influyen en la deserción de las niñas la casi desaparición de algunos programas como la refacción escolar o la baja cobertura educativa que no motivan a los padres a mandar a sus hijas a la escuela.

Aimee Rodríguez, coordinadora del programa de estudios sobre educación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), señaló que aunque es evidente la reducción de brechas entre los menores, aún existe un currículo oculto en los centros educativos en los cuales se enseña la desigualdad de género.

“No hay que ver solo el que tenga acceso o no, sino qué se les está enseñando, y el currículo oculto se traslada a través de comentarios de los docentes, de miradas, de gestos, y esto los docentes lo practican porque es una situación cultural; todavía vivimos en una sociedad machista”, refirió.

Rodríguez comentó que en las investigación que han efectuado en escuelas públicas han observado que “a las niñas se les enseña que deben de casarse, de tener  hijos, de estudiar para que en un futuro cuando sean adultas puedan sostener también su hogar, no como un apoyo al esposo, no se ve que la niña tenga u futuro, pueda ser ella misma, sino que se le sigue enseñando que tiene que depender del esposo”.

Agregó que incluso las reglas que se imponen en los centros educativos no son las mismas para hombres que para mujeres.

Rodríguez resaltó que cuando se ven datos de los menores en el diversificado, estos cambian porque aquí hay mayor cobertura a mujeres que a niños, esto puede deberse a que comienzan a trabajar.

Mario Itzep, del Observatorio de Grupos Indígenas, señaló que algunos gobiernos se han enfocado en la calidad educativa y otros solo en la cobertura, pero considera que deben tomarse en cuenta ambos, ya que de alguna manera afecta si hay falta de cobertura. Los menores más afectados son los de comunidades pobres e indígenas, y en especial las niñas.

Mejoras en sistema

Itzep añadió que en el sistema de educación se debe trabajar en tres vías: la extensión, debe cubrir al cien por ciento de menores en edad de educación preprimaria y primaria; mejorar la calidad educativa, y crear un mecanismo de control y acompañamiento a las niñas, porque no hay una recepción de denuncia si la niña asiste o no.

Según Barrios, para mejorar la cobertura escolar en niños de primario el país debería hacer inversión en infraestructura en lugares remotos y con mayor pobreza para restringir las barreras geográficas que influyen.

También considera que debe reimplantar los proyectos sociales como la refacción escolar y la gratuidad absoluta, mientras que los consejos comunitarios de desarrollo deberían implicarse para elaborar un programa de sensibilización entre los padres de familia, que permitan un aumento significativo y una permanencia importante de la niña en el sistema educativo.

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