Pese a que el dispositivo es específico para medir la temperatura en la frente, el mito de que la luz que emite causa daños en el cerebro y en la visión, algo que no tiene sustento científico, propició que se popularizara la toma en el cuello, en el brazo y en la muñeca, pero estas zonas reflejan una lectura poco fiable.
Estos termómetros tienen un lector óptico que mide la radiación que emana el cuerpo, es decir, el calor que emana de la persona, y genera el dato en escala de grados Celsius o Fahrenheit. La luz que sale del aparato sirve para apuntar con precisión el sitio donde se hará la medición.
El dispositivo se coloca con dirección hacia la frente porque entre las cejas se ubica una de las zonas donde resulta más preciso captar el calor corporal y este se asemeja a la temperatura interna, que para una persona sana oscila entre los 35 y 37 grados Celsius. Si marca arriba de 37.8 hay fiebre y es una señal de que se podría estar incubando alguna infección, no precisamente covid-19.
Al hacer la medición hay que tener presente que la temperatura puede variar entre personas, según sexo, edad, actividad que realice y el estado de salud. También puede influir el hábito de sueño, y en las mujeres, elevarse o bien descender cuando están ovulando o tienen el período menstrual.
La Clínica Mayo añade que puede cambiar durante el día: suele ser más baja en la mañana, y alta por la tarde y noche.
La temperatura también varía en función del lugar del cuerpo en dónde se tome. En la boca, que es lo más usual, el termómetro puede marcar entre 35.5 y 37.5 grados Celsius. En la axila está entre los 36.5 y 37.5; sin embargo, es uno o dos grados inferior a la temperatura corporal real, por lo que no es tan certera.
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El timpánico (en el oído) suele tener lecturas incorrectas de temperaturas y puede marcar 35.8 a 38 grados Celsius. Mientras que el método rectal muestra una medición más alta que la oral, oscila entre 36.6 y 38.
Dichos métodos resultan inadecuados en una pandemia. Lo más práctico es hacerlo en la frente, y los termómetros infrarrojos frontales son los más utilizados. En esta parte del cuerpo la medición suele estar entre 0.3 y 0.6 grados Celsius más baja que la captada por vía oral.
No es aconsejable medir la temperatura en las extremidades, ya que puede darse una lectura menor, incluso, a los 30 grados.
La medición de la temperatura basada en la detección del calor radiante, como el termómetro infrarrojo frontal, tiene la ventaja de poder hacerla de forma remota, es decir que no requiere contacto directo con la persona, según se menciona en el libro La importancia de la temperatura corporal central, de Dräger Medical GmbH.
Para tener una lectura apropiada el aparato debe estar a una distancia no mayor de 3 centímetros de la frente para captar el calor emitido por la piel. Hay que tomar en cuenta las recomendaciones que hace el fabricante de cada dispositivo.
Sin embargo, un inconveniente es que comúnmente marcan una temperatura muy por debajo de la humana normal, es decir, 35 grados centígrados. Además, la medición puede verse afectada por la temperatura ambiente, lo que la hace poco confiable. El calor o el frío puede alterar la lectura.
Haroldo Dardón, ingeniero mecánico y termógrafo certificado por Infrared Training Center, dijo que estos dispositivos son útiles para medir la temperatura, pero no son apropiados para ser utilizados en tiempo de pandemia, pues para este fin se requiere que tengan mayor sensibilidad para dar una medición correcta, y detectar a personas con fiebre que podrían tener covid-19. Además, se debe tomar en cuenta que muchos son asintomáticos y que esta tecnología no los identifica.
El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) menciona que, al utilizar un termómetro infrarrojo para varias mediciones, se debe esperar al menos cinco minutos por cada media hora de uso, pues esto también puede afectar al momento de la medición. Esto, a criterio de Dardón, no ocurre con los utilizados en los lugares públicos, y se altera el tiempo de repuesta de la lectura.
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No colocar el plano de la lente del termómetro infrarrojo lo más paralelo posible a la frente de la persona también impide tener una medida correcta de la temperatura, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
Además, pasar el dispositivo por la frente de todo el que ingresa a un espacio público es un proceso lento y genera aglomeraciones, lo que no es aconsejable. Estimaciones sobre la toma de temperatura a un grupo de cien personas con el termómetro infrarrojo señalan que puede ser de hasta 15 minutos, según el ingeniero.
A criterio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la detección de temperatura por sí sola no es una forma eficaz de detener la propagación del nuevo coronavirus, ya que las personas infectadas pueden estar en período de incubación del virus, pueden no manifestar síntomas aparentes en las primeras etapas de la enfermedad o pueden disimular la fiebre mediante el uso de antipiréticos, por lo que pasarían inadvertidos ante un termómetro.
El médico Jaime Quiñónez menciona que estos termómetros se popularizaron durante esta pandemia por lo “práctico” de uso, al dar una lectura rápida y no entrar en contacto directo con otras personas, pero para tener una medición confiable debe cuidarse desde el almacenamiento del aparato, la limpieza del lente, la duración de la batería —una carga baja puede dar datos inexactos—, que este cumpla con las especificaciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos, y muy importante, que el personal que lo utilice sea capacitado para interpretar el resultado.
“Tener fiebre no es sinónimo de covid-19, ya que el diagnóstico será siempre clínico, confirmado por un laboratorio”, agrega el galeno.
Remarca que si el fabricante no recomienda el uso del dispositivo para tomar la temperatura en el cuello, codo o la muñeca, no debe hacerse.
Al respecto, el Centro Nacional de Metrología (Cename) publica que dichos aparatos están diseñados para utilizarse en la zona de la frente o la sien, y que intervalo de medición para estos es de 22 a 40 grados Celsius.
Además, que la temperatura del cuerpo no es uniforme, y en áreas como manos y brazo esta puede descender hasta los 25 grados Celsius, por lo que se obtendría un resultado erróneo.
El Cename aconseja que al utilizar un termómetro infrarrojo para la toma de temperatura corporal debe hacerse en un ambiente cerrado, bajo sombra y sin corrientes de aire.
El tiempo de medición no debe exceder los 3 segundos, para evitar que otras fuentes de medición interfieran, como más gente. Es importante que la persona no se mueva al momento de la toma de temperatura.
Hay que dejar un intervalo de tiempo de 10 a 20 segundos entre medición -leer el instructivo del aparato-. No mantener por más de 5 minutos el dispositivo en la mano para no transferir calor y evitar errores en los datos.
Recomendaciones
El Ministerio de Salud recomienda que antes de utilizar un termómetro infrarrojo frontal para medir la temperatura de una persona, debe colocarse en la habitación donde se harán las lecturas para aclimatar el dispositivo.
Los CDC señalan que el encargado de tomar la temperatura debe mantener una distancia prudente de los demás, utilizar mascarilla, lavarse las manos constantemente o bien desinfectante con al menos 70% de alcohol de manera regular, y si es posible utilizar guantes.
Es importante limpiar el termómetro con un paño con alcohol en cada toma de temperatura.
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