Guatemala

Electricidad está garantizada

A partir de julio próximo, según las proyecciones, se espera una canícula larga, situación que según los ingenieros Marco Junio Martínez, gerente de Generación del Instituto Nacional de Electrificación (Inde), y Horacio Fernández, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Generadores (ANG), no será motivo para dejar de atender la demanda de energía en el país.

Marco Junio Martínez, gerente de Generación del Inde, y Horacio Fernández, director de ANG.

Marco Junio Martínez, gerente de Generación del Inde, y Horacio Fernández, director de ANG.

Según los expertos, en las dos primeras semanas de junio las lluvias han permitido aumentar el nivel del embalse de las hidroeléctricas, lo cual ven positivo. Sin embargo, refieren que, si se prolonga la canícula, la generación con otras tecnologías instaladas permitiría solventar las necesidades energéticas.

Martínez y Fernández participaron ayer en el programa Diálogo Libre, que se transmite a través de prensalibre.com.

¿Cómo se encuentran los niveles de los embalses?

Martínez: En las plantas del Inde los embalses han subido debido a las lluvias de principios de junio; se tiene almacenada agua. Para Chixoy teníamos previsto que para el 31 mayo fueran 772 metros sobre el nivel del mar (msnm) y hemos visto un crecimiento a 799 msnm, y eso nos ayuda a tener un embalse para el futuro.

Según las previsiones del Inde, ¿hasta cuándo podrían aguantar las hidroeléctricas si entra el fenómeno El Niño?

Martínez: Si se da el fenómeno El Niño, puede registrarse a partir de julio a septiembre.

Pero aun si ocurre el fenómeno, los embalses pueden cubrir la demanda. El Inde tiene un comité que se reúne semanalmente para analizar cómo está el comportamiento de los ríos. Se aprovecha el agua y se programan los despachos para cubrir la época sin lluvia.

¿Cuántas plantas tiene cada sector?

Martínez: El Inde tiene nueve hidroeléctricas con capacidad de generar 490 megavatios, entre estas Chixoy, Aguacapa, Jurún Marinalá y Los Esclavos.

Fernández: En el caso de las privadas son 19 plantas de más de 5 megavatios, 21 más pequeñas que en conjunto generan 580 MW.

Las hidroeléctricas pueden generar más de mil MW y la demanda es de mil 500. ¿Cuál es entonces la importancia de las generadoras con otros combustibles?

Fernández: Flexibiliza el sistema de tal forma de que en las operaciones se juega para que el sistema sea lo más económico y seguro tanto en la época de lluvia como en la seca.

Somos el único país de Centroamérica que tiene la suficiente capacidad de plantas con distintas tecnologías que nos permite estar tranquilos. Hay suficiente capacidad de generación para que no haya racionamiento —por falta de lluvia—.

¿Existen planes para nuevos proyectos?

Martínez: En el caso del Inde las plantas son un poco antiguas, pero se tienen desarrollados programas para repotenciar algunas y tener mayor capacidad.

Fernández: Los planes para el 2015 son que entren 150 megavatios con hidroeléctricas y 475 megavatios con carbón. Esto va a hacer nuestro sistema más eficiente.

¿Qué papel juega la energía solar, ya que empezó a operar un proyecto de 5 megavatios y se construye otro de 50?

Fernández: Durante el día hay tres franjas de consumo: la base, la media y la pico. Las plantas solares solo pueden operar de día, complementarían de 9 de la mañana a 5 de la tarde a las que operan las 24 horas.

Cuando las hidros estén con bajo caudal, las inversiones que se han hecho operarán con mejores costos.

¿Cómo se convocan para que comiencen a generar las diferentes tecnologías?

Fernández: El modelo es de despacho económico, es decir que entra a operar la más barata primero hasta llegar a los precios más altos. En época de lluvia las convocadas primero son las hidroeléctricas, siempre y cuando operen las 24 horas. La generación del Inde, con embalses de programación anual, permite programar para que sea lo más barato posible.

¿Por qué no se perciben bajas en las tarifas al usuario?

Fernández: Una cosa son los costos de generación y otros son los de la tarifa. La tarifa depende de las licitaciones y contratos de la distribuidora. Si uno lo compara con la inflación, los precios de electricidad van a la baja y otro año van a seguir bajando a raíz de las licitaciones de nuevas plantas y el vencimiento de contratos, y la tarifa tenderá para la baja.