Esta Semana Santa será recordada por las lluvias torrenciales que cayeron durante los tres días sacros en casi todo el país.
Caminos de fe
El Jueves Santo, las actividades en la capital estuvieron marcadas por el recorrido en el Centro Histórico de la procesión de Jesús de Candelaria, Cristo Rey, la cual empezó su trayecto a las 6.30 horas y retornó a su templo después de medianoche, no sin antes caminar tres horas bajo una pertinaz lluvia.
El Viernes Santo, a las 4 horas fue levantada en hombros la imagen de Jesús del templo La Merced, cortejo que solo recibió llovizna al filo del mediodía, la cual no perturbó su marcha.
Temas de reflexión presentaron los tres tradicionales cortejos del entierro de Cristo. Los templos de El Calvario y Santo Domingo incluyeron su mensaje evangelizador en los pasos del viacrucis, escuadrón de Nazarenos, estandartes e insignias de la Pasión.
Como es tradicional, la procesión de La Recolección fue acompañada por los Cruzados del Santo Sepulcro, quienes vistieron su vistosa capa blanca.
Afectados por las lluvias
A algunos devotos sí les afectó la llegada de las lluvias, como a la familia de Carlos Rodolfo Linares, quienes habían planeado hacer una alfombra en la 1a. avenida y 3a. calle, zona 1, que sería adornada con 47 mil monedas de cinco centavos, pero las brisas intermitentes durante la noche no permitieron que el grupo de devotos diera forma a su obra de gratitud a Dios.
Similares situaciones se reportaron en Antigua Guatemala y Quetzaltenango, donde la lluvia castigó a los feligreses que debieron observar, durante algunos trayectos, a las imágenes y vistosas andas cubiertas con nailon. En Totonicapán, la procesión del Señor Sepultado del Viernes Santo fue cancelada, debido a los torrenciales aguaceros.
La Soledad de María
Las imágenes de la Santísima Virgen de la Soledad, de los templos de Santo Domingo y La Recolección, de la capital, recorrieron anoche distintas calles del Centro Histórico.
Los cortejos fueron acompañados por decenas de personas que se caracterizaron por vestir de luto, como muestra del pésame a la madre de Jesús.
Escenas idénticas se observaron en las principales ciudades del país, donde la lluvia cubrió a los feligreses.
