Al principio, según fuentes migratorias, Barreda de León, principal sospechoso de la desaparición de su esposa, Cristina Siekavizza, registró como domicilio ante las autoridades federales un inmueble de la calle 34, entre 39 y 41, del fraccionamiento Francisco de Montejo, en el noroccidente de la capital yucateca. Ahí, según los documentos, habitó hasta noviembre del 2012, cuando reportó cambio de residencia al fraccionamiento Paraíso Maya.
Cada seis meses, Barreda de León acudía a la delegación del Instituto Nacional de Migración, en la avenida Colón, para firmar su estancia “legal” en Yucatán.
Estaba registrado con el nombre de Carlos Roberto Barreiro Villareal, de 40 años. Además poseía un documento que avalaba la custodia de sus dos hijos, quienes también tenían pasaportes falsos.
La falsificación de documentos oficiales se sanciona en México con una pena de cuatro a ocho años de prisión, sin derecho a fianza, razón por la que Barreda de León es investigado por la Procuraduría General de la República (PGR).
La casa número 406, entre 13 y 16 de Paraíso Maya, continúa bajo discreta vigilancia de elementos de la PGR que llegaron de Ciudad de México. Los agentes interrogan a todas las personas que llegan al lugar.
Últimos movimientos
Empleados de Barreda de León relataron a Diario de Yucatán las actividades previas a su detención, el jueves 7, en el fraccionamiento Altabrisa.
Los informantes recordaron que luego de haber dejado a sus hijos en el colegio, Barreda de León salió para hacer ejercicio, ya que un médico le recomendó realizar actividades físicas, debido a su sobrepeso.
Alrededor de las 9 horas llegó a la residencia que habitaba, subió a la planta alta, donde se bañó, desayunó fruta y bajó a la planta inferior para atender asuntos del negocio de máquinas dispensadoras de golosinas y frituras.
Además, según las fuentes, cerró contratos de varios sitios donde colocarían más máquinas.
A las 10.30 horas salió de la casa, en compañía de uno de sus empleados, para surtir máquinas y recoger el dinero producto de las ventas.
Ambos regresaron a la vivienda poco antes del mediodía. Ahí hizo algunas llamadas telefónicas y revisó su correo electrónico.
A las 12.30 horas del jueves 7 salió para recoger a sus hijos en el colegio, cercano a su domicilio.
“No voy a tardar, porque hay que surtir las demás máquinas de la zona poniente”, les indicó Barreda de León a sus empleados.
A los pocos minutos, como a las 13 horas, fue detenido a las puertas de la escuela de sus hijos. Los menores presenciaron la aprehensión de su padre.
La operación policial se realizó de manera discreta, para no causar alarma entre los padres de familia del establecimiento. También se informó a la dirección del centro escolar y no se utilizaron autopatrullas rotulados. Los agentes que arribaron de Distrito Federal estaban vestidos como civiles.
Según informes de las autoridades, tras la detención Barreda de León fue llevado a la delegación de la PGR, en el complejo de seguridad, en Periférico Poniente, donde estuvo hasta el viernes 8, cuando lo trasladaron a las oficinas de la PGR, en la capital de México. Después fue llevado a Guatemala, donde enfrenta cargos por el homicidio de su esposa, violencia contra la mujer y obstrucción de justicia.
Otra versión
Según las autoridades guatemaltecas, Barreda de León y sus hijos salieron del aeropuerto internacional Manuel Crescencio Rejón, en Mérida.
El vuelo privado de los niños junto a sus abuelos salió a las 23 horas del viernes, mientras que el de Barreda de León, a las 5 horas del sábado.
Ese aeropuerto está ubicado en el km 4.5 de la carretera que de Mérida conduce a Umán.
Las operaciones para ubicar al detenido y sus hijos fueron coordinadas desde hace un año entre la Dirección General de Inteligencia Civil y la Fuerza de Tarea contra Secuestros con el Centro de Investigación y Seguridad Nacional —el servicio secreto mexicano o inteligencia civil—.
Según Juan Luis Siekavizza, abuelo materno de los niños, le entregaron a sus nietos en la sede de Migración, donde también se encontraba su yerno. Ese edificio está a 20 minutos del aeropuerto.
De León no denunció
El acta del domingo 31 de julio del 2011 que sirvió para levantar la alerta Alba Keneth a favor de los hermanos —Roberto José y María Mercedes— Barreda Siekavizza prueba que ellos estaban a cargo de su padre y bajo la supervisión de Ofelia Beatriz de León, tres días antes de haber desaparecido.
“Es importante que se queden bajo la supervisión de Beatriz de León —abuela paterna—, para que vele por su bienestar y se cubran sus necesidades básicas”, refiere el documento firmado por la abogada Liliana Jeannette Sunuc Barrios, entonces encargada de medidas de protección y quien ya no labora en la Procuraduría General de la Nación (PGN).
Sunuc también recomendó que permanecieran con el padre. El informe psicológico fue avalado por María Elizabeth Zamora García.
De acuerdo con información de la Fiscalía, Roberto Barreda de León sabía que sus hijos debían presentarse a declarar a la cámara Gesell el 21 de septiembre de 2011.
Según el penalista José Toledo, “si los niños estaban bajo su supervisión hay dolo o negligencia porque quitaron el aviso de alerta. (Ofelia) De León quedó como garante y días después los niños desaparecieron”.
El exconsultor de la Corte Suprema de Justicia Waldemar Leonardo coincide en que los Barreda “dolosamente acudieron a la PGN para levantar la alerta sobre la base de una información que no compartieron totalmente”.
La Fiscalía cuenta con una escucha entre Barreda y su primo Alejandro Barreda, a quien le informa que está en la PGN y le pide ayuda dos horas antes de levantar la alerta, a las 13.01 horas.
De acuerdo con información de la PGN, Rolando Segura Grajeda fungió como procurador de turno entre el 23 de julio y el 3 de agosto del 2011.
Dato
12.30 horas del jueves 7, Barreda salió a recoger a sus hijos al colegio.