El mismo informe destaca que en el 2017 las autoridades erradicaron seis millones 33 mil 345 matas de marihuana; 95% más que el año inmediato anterior, y 417 millones de matas de amapola, un 16% más que en el 2016.
Mientras la amapola se erradicó en San Marcos, la marihuana se eliminó, principalmente de Totonicapán y Petén.
Respecto del caso Guatemala, el informe subraya que los grupos delictivos organizados que se dedican al narcotráfico están integrados por familias, en su mayoría de origen guatemalteco, aunque también están involucrados ciudadanos de Colombia, Ecuador y México.
Piden ayuda
Aunque la cocaína es la droga que mayor se incauta en Guatemala, cabe destacar que apenas el 1.6% de los guatemaltecos buscaron tratamiento por la adicción a este estupefaciente, detalla el informe, que cita el boletín anual 2017 de la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Contra las Adicciones y el Tráfico Ilícito de Drogas (Seccatid).
El alcohol fue la principal sustancia por la cual los guatemaltecos solicitaron tratamiento, un total de 29.3%; mientras que por la adicción a la marihuana el 24.2% se sometió a procedimientos médicos para dejarla.
El informe de la JIFE indica que otro 0.96% solicitó ayuda por el uso de sustancias sicotrópicas.
Sigue trasiego
Aunque las autoridades han asegurado que un mayor volumen de incautaciones es el reflejo del trabajo de las instituciones involucradas en el tema de seguridad, el informe de la JIFE destaca que junto con el Caribe, Centroamérica siguen siendo utilizada por organizaciones delictivas transnacionales para el envío de drogas procedentes de América del Sur y que es enviada a los mercados de drogas de los Estados Unidos y Europa.
Asimismo, a consideración de analistas, más droga incautada no demuestra precisamente una mayor efectividad de operativos, sino que el país sigue siendo puente del narcotráfico.
Carmen Rosa de Leon, directora del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (Iepades), coinciden que, pese a que hay mayor incautación de drogas esto debe ser analizado respecto a paso de droga que aún pasa por Guatemala, porque “normalmente siempre dicen que hay un porcentaje de incautación proporcional a la droga que pasa”.
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“No puedo decir si sí o no (aumentó el narcotráfico por el país), pero normalmente se mantienen unas cuotas de incautación, o un porcentaje de lo que pasa. No es que se haya incrementado la eficiencia en el tema”, explicó.
Respecto a las plantaciones de amapola y marihuana erradicadas cuestionó la efectividad de los procedimientos, puesto que el gobierno de Guatemala tiene una obligación de eliminar cierta cantidad de matas de esas plantaciones debido a EE. UU. otorga un monto de ayuda económica con la condición de erradicar cierta cantidad.
De León apuntó que a la par de la erradicación de amapola y marihuana las autoridades deberían impulsar acciones complementarias para evitar que la gente siga sembrando esos ilícitos, como el impulso de programas de desarrollo en el área y la búsqueda de cultivos alternativos.
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Diferencias de cifras
Un reportaje publicado por Prensa Libre en enero pasado daba cuenta de la diferencia de cifras en cuanto a las incautaciones de droga, ya que los datos reportados por los medios de comunicación oficiales no coincidían con los ofrecidos por la Policía Nacional Civil.
En el 2009, autoridades estadounidenses estimaron que Guatemala era punto de tránsito para unas 300 toneladas de cocaína al año, mientras que, en el 2018, el cálculo de esas autoridades estimó en mil 400 toneladas trasegadas por el país en el 2017.
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