Guatemala

Banda de sicarios habría ultimado a 50 personas

Haber sentido de cerca la muerte habría llevado a un presunto pandillero  a revelar a las autoridades la forma de operar de una estructura de  unos 45 sicarios al servicio de la banda <em>solo para locos</em>, que opera en Santa Catarina Pinula.

La Policía detuvo a menores que aparentemente estarían vinculados con la banda Solo para locos. (Foto Prensa Libre: PNC)

La Policía detuvo a menores que aparentemente estarían vinculados con la banda Solo para locos. (Foto Prensa Libre: PNC)

Al parecer, el joven sabía que esa pandilla había ordenado que le dieran muerte, por lo cual llegó al Ministerio Público (MP) a interponer una denuncia. Investigadores   le dieron seguimiento y lograron que   se convirtiera en colaborador.
Solo para locos es la pandilla  que ataca a balazos camiones repartidores de productos  y ha ultimado  a varios  conductores de autobús, además de  mantener en zozobra, por extorsiones, a la población de ese municipio.

Datos claves

El fiscal de la Unidad de Delitos contra la Vida de Santa Catarina Pinula,  Abel Bautista, señaló que desde marzo último  el ahora testigo protegido  ha dado datos sobre  unos 50 casos de homicidios supuestamente cometidos por Solo para locos.
La información    permitió  entender la muerte a balazos de Jaros Oswaldo Ramírez,  alias el Yaros o el Chaparro. El hecho habría sido cometido  por un grupo de sicarios   encabezado por  el Miau, el 27 de marzo.
Testigos dijeron a la Policía que el Yaros  se dedicaba a extorsionar negocios en Santa Catarina Pinula y habría entrado en conflictos con los cabecillas de la banda criminal, por lo que decidieron eliminarlo.
Solo para locos —a la que  pertenecía el Yaros—  es dirigida por un menor de 17 años apodado  el Mantequilla, quien recibe órdenes de   Melvin Díaz López, alias el Shaka,  recluido en el Centro Preventivo,  zona 18.
La forma de comunicación entre el Shaka y Mantequilla son mensajes    que envía por medio de visitantes al centro preventivo.
El Yaros   cumplía las funciones de un “chequeo”, encargado de cobrar extorsiones y amedrentar a quienes no pagan, por medio de ataques a balazos a sus viviendas o negocios.

Venganza

Dos semanas después del homicidio del Yaros  murió en circunstancias similares Miguel Ángel Santizo Castillo, alias Miguelito, quien era otro chequeo.
El crimen, según la Fiscalía, se debió a que Miguelito se quedó con parte  del dinero de la extorsión que cobraba.   “Los pandilleros saben que robarle a la clica —célula pandillera— es la muerte”, dice el fiscal.
El MP y la Policía le siguen la pista a este grupo desde   noviembre del 2014.
Por medio de  investigaciones determinaron que miembros de esa  pandilla utilizan redes sociales, como Facebook,  para  postear fotos en las que empuñan armas y hacen gestos amenazantes.  
Agentes del  Programa Nacional contra el Desarrollo de Pandillas  dicen que con esas publicaciones buscan ganar fama e infundir miedo en sus víctimas.

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