Szubin agregó que “continuarán atacando las redes financieras y de liderazgo que apoyan a la MS-13, y colaborando con otras agencias de seguridad de EE.UU. y todo el mundo para detener sus actividades criminales”.
El Tesoro acusa a estos seis miembros de estar involucrados en actividades ilegales como narcotráfico, lavado de dinero, extorsión y homicidios.
Tres de los sancionados, Marvin Geovanny Monterrosa Larios, Moisés Humberto Rivera Luna, y Saúl Antonio Turcios Ángel, han sido condenados por crímenes violentos en EE. UU.
Por su parte, alias el “Diablo” está encarcelado en El Salvador, y es considerado el líder centroamericano del grupo ya que habitualmente actúa como portavoz de MS-13.
Los dos restantes miembros de la banda sancionados son Moris Alexander Bercián Manchón y José Misael Cisneros Rodríguez.
Según datos de las agencias federales estadounidenses, la MS-13 cuenta con más de 30 mil miembros, cerca de ocho mil de ellos en EE.UU., y opera en también en El Salvador, Guatemala, Honduras y México.
Aunque surgida en la década de 1980 en Los Ángeles, la MS-13 se ha extendido y las fuerzas de seguridad de EE.UU. afirman que opera actualmente en más de 40 estados de todo el país.
El Departamento del Tesoro la había incluido en octubre de 2011 como organización criminal internacional, la primera banda callejera en ser parte de esta lista negra.
Con estas sanciones, las empresas y ciudadanos estadounidenses tienen prohibido realizar transacciones económicas con estas personas y los activos que puedan tener en EE. UU. quedan congelados.
En marzo del año pasado, la Mara Salvatrucha y la Mara 18 de El Salvador firmaron una tregua, que ha permitido reducir casi en tres mil los homicidios en el último año, según las autoridades de ese país.
Además, las mismas pandillas prometieron hace dos semanas en Honduras reducir la violencia.