El cuerpo de Jennifer fue encontrada en la finca San Jorge, Villa Nueva, y la progenitora había alegado que la niña había sido víctima de secuestro. Sin embargo, fue capturada un día después, durante el velatorio.
La necropsia establece que la niña sufrió 83 golpes en vida y 53 después de que murió. Por este caso Alquijay fue sentenciada a 44 años de cárcel.
El padre de la niña declaró en el juicio que intentó quitarle la custodia de su hija la madre, pero su petición no fue atendida.
Expertos declararon este viernes que en el crimen hay influencias emotivas y afectivas, también explican que Chinchilla avaló castigos físicos que Alquijay propiciaba a la víctima.
Se comprobó que la acusada era la encargada de cuidar a la niña, mientras su pareja salía a trabajar.
En una entrevista, la abuela de la menor dijo que cuando la menor llegaba a visitarla tenía golpes que a su parecer no pudo provocárselos mientras jugaba.
INFORME MÉDICO
También al juicio que Chinchilla enfrenta por asesinato en grado de complicidad y simulación del delito de agresión sexual compareció la perito que hizo el informe de necropsia.
Según la perito, la menor tenía 83 lesiones que le causaron antes de morir y 53 que probablemente ocurrieron después. Su estómago estaba completamente destrozado.