Cristián el hijo más grande, de ocho años, narró que él junto con sus otros dos hermanos Melisa, 6 y Cayetano, 5, iban en la parte de atrás del vehículo pero dormían los tres y están ilesos del ataque.
“El ruido de un disparo nos despertó y cuando salimos a ver mi papá estaba tirado en el suelo”, fueron las palabras del niño.
Según comentó el pequeño, desde anoche se encontraban en ese lugar, ya que su padre que se dedica a la mecánica buscaba a una mujer para que trabajara con ellos. La familia reside en la colonia Toledo, en zona 11 de la capital. Mencionó que ya no viven con la madre.
En su inocencia los tres pequeños juegan en la unidad de Bomberos Voluntarios, sin lograr entender que su padre está muerto.
La Procuraduría General de la Nación debe hacerse presente en el lugar, para determinar el futuro de los hermanos.