Guatemala

Reos sin sentencia son el 49 por ciento

Édgar Camargo, director del Sistema Penitencario (SP), y Gary Estrada, del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales de Guatemala, conversaron ayer  sobre la crisis penitenciaria en el país. Hablaron en  relación con actos de corrupción de guardias y sobre el hacinamiento en las prisiones.     

Gary Estrada,  analista, y Édgar Camargo, director del Sistema  Penitenciario, conversan con los periodistas Gustavo Montenegro y Byron  Vásquez.

Gary Estrada,  analista, y Édgar Camargo, director del Sistema Penitenciario, conversan con los periodistas Gustavo Montenegro y Byron Vásquez.

Hace dos días hubo un ataque armado contra la cárcel de Cantel, Quetzaltenango. ¿Qué falló, cómo es la seguridad interna en las prisiones?

Camargo: Hay círculos de seguridad. Dentro de la hipótesis  del Ministerio, el  atentado no era contra el Sistema Penitenciario, sino contra una persona que iba  de visita. Se empezaron los operativos en el momento,  se logró la captura de siete personas y se les decomisaron armas de fuego de grueso calibre.

¿Cómo se puede describir de manera real la situación del SP?

Camargo: Hay que empezar a platicar de la cantidad de reos  en el Sistema Penitenciario versus la cantidad de espacio físico. Hay 19 mil 943 reos, con espacios físicos instalados para  albergar a seis mil 700 privados; estamos por encima del estado que debería tener el SP.

Hay dos tipos de privados de libertad, los condenados y los reos preventivos. El 51 por ciento corresponde a los que ya fueron  condenados  y el 49 por ciento  está de forma preventiva.

Esto, sumado a las instalaciones que no son suficientes y, además,  obsoletas. Desde los años 1970 no ha habido  construcción de cárceles.

El Preventivo para Hombres de la zona 18 fue construido para albergar a mil 200 privados de libertad, y en la actualidad hay más de cuatro mil 500 reos. De noche, la mitad de los internos duermen, y después la otra parte agarrara los espacios para que puedan hacerlo, posteriormente.

Esto se suma a los cambios que se deben hacer para lograr la reinserción, para poder avanzar.

¿Cuál es el análisis de las necesidades del SP?

Estrada: El Sistema Penitenciario  es la consecuencia del sector justicia. Es lo primero que se debe notar.

No existiría la cárcel si no existiera esa oferta por parte del sistema de justicia que opta por un castigo, que es la cárcel. Este castigo debe ser usado para una persona juzgada por su condena.

Hay que hacer ver  la prevención, que es la excepción y no la regla; pero ahora es la regla. Eso hace que el 49 por ciento de privados no tengan esa medida,  algún beneficio de salir de la prisión. A menos que sea por peligro de fuga o que obstaculice la investigación, no deberían ir presos.

Hay una crisis penitenciaria a partir de que no hay espacio suficiente. Más allá de eso, se debe  cuestionar el funcionamiento de la cárcel  y la finalidad de la misma institucionalmente y, además, por principio internacional, la cárcel debe ser rehabilitadora para ese  49 por ciento. El 51 por ciento debe tener un espacio adecuado.

La necesidad más latente, según mi parecer, es el deshacinamiento formal de cárceles. Pueden estar por medidas sustitutivas. Otros  podrían salir antes, por ciertos beneficios penitenciarios,  y aquí es una crítica al uso de la prelibertad que no  utiliza la judicatura.

El reo podría  rehabilitarse, por ejemplo, con estar trabajando y solo ir a dormir a la cárcel. Ese seguimiento lo puede hacer el Sistema Penitenciario o bien una  oficina de control de medida, que no existe.

¿El SP no puede tomar medidas por sí solo, como usted lo menciona?

Estrada: El sistema de justicia es el que tiene una responsabilidad real, ya que es la institución que envía a las cárceles a las personas. El Sistema Penitenciario tiene dos funciones: resguardar la integridad física de los reclusos como un hecho de prevención y la otra es la finalidad rehabilitadora.

Esto no se puede lograr a través del Sistema Penitenciario, sino la institución judicial. Se debe repensar la utilización del recurso de cárcel. En este caso, la política criminal del Estado a través del Ministerio Público, cómo debe utilizar ese recurso, ya que pide que vayan a la cárcel cuando el propio MP debe descongestionar las cárceles.

¿Es posible esa integración del sector justicia?

Camargo: Ha habido avances en el sector justicia para contribuir al deshacinamiento, para tener a los presos en las cárceles.
Ha habido cartas de cumplimiento de compromisos tanto de jueces, fiscales y  Defensa Pública Penal para apoyar las medidas sustitutivas con las actividades que se han desarrollado, y tiene que ver con la política pública penitenciaria que estamos a punto de lanzar, que tienen que hacer el Sistema Penitenciario de aquí a 10 años.

¿La población puede confiar en el SP cuando los guardias permiten el ingreso de armas de fuego, celulares o cualquier otro objeto?

Camargo: Hemos tenido la confianza de la población desde el mismo momento en que hemos creado el número de teléfono 1533 para recibir denuncias y los ponemos a disposición de los tribunales de justicia.

Esto no es  de una semana, de 15 días, es un Sistema Pentinciario con  mal funcionamiento casi  desde que se creó. No hay carrera penitenciaria. En la ley de la carrera penitenciaria debía  existir la carrera, pero la estamos  dejando plasmada en la política pública.

Lo que más inquieta a la población es la extorsión, y  que desde las cárceles se decide matar a quien no accede.

Camargo: Estamos haciendo la mayor cantidad de requisas. El problema cuando ingresan los objetos  son las visitas, sobre todo mujeres que en sus partes íntimas ingresan celulares.

Se capacita a los guardias penitenciarios para detectar estas situaciones. Además, se cuenta con perros detectores de celulares y narcóticos.  
No hemos dicho que hemos tenido éxito, que no entran celulares, pero sí ha disminuido considerablemente.

Disturbios

Ataques y fugas

Sucesos que han ocurrido en algunas cárceles del país, recientemente.  

Atentado

El martes último, sujetos dispararon contra una mujer en  la cárcel de Cantel, Quetzaltenango. Hubo siete detenidos y decomiso de armas.

Motín

El reo César Augusto Calderón Sánchez murió  en un motín, el domingo pasado, en el preventivo de la zona 18. Presos se oponían a  traslado.

Fuga masiva

Se efectuó una requisa en Fraijanes 1, el 16 de julio último, ya que se tenía  conocimiento de que los reos tenían planeada una fuga masiva.

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