Según informó la Subdirección General de Análisis de Información Antinarcótica (SGAIA) de la PNC, las erradicaciones de las plantaciones ilícitas fueron realizadas en cercanías de la Sierra Santa Cruz y también donde fue desmantelado el complejo de laboratorios clandestinos para producir cocaína.
Además, la institución indicó que los arbustos tenían como dos meses aproximadamente de haber sido plantados para que durante el invierno crecieran. Las plantas fueron de nuevo encontradas en el caribe guatemalteco y demuestra que, a los cárteles de drogas les interesa experimentar cultivos y producción de cocaína en el país para reducir los costos, según explicó Mario Mérida, analista en seguridad pública y coronel en situación de retiro.
“Uno de los temas importantes es realmente establecer que tipo de variedad –de coca- están tratando de cultivar en Guatemala para saber si el clima es beneficioso. Dos, siempre he dicho que la extensión del terreno tiene que ser altamente productiva para esa variedad, porque en Colombia son hectáreas las que siembran”, agregó.
Según informó una fuente antinarcótica del país, los arbustos encontrados el año pasado pertenecen a la variedad: crespa y boliviana dulce, las cuales son de uso común para comercializar. Mientras que, las plantaciones encontradas el fin de semana pasado deberán aún ser analizadas por los investigadores y también obtener dictámenes técnicos científicos forenses por parte del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (Inacif).
Nichos ideales para actividades ilegales
El año pasado, las autoridades localizaron un complejo de laboratorios clandestinos para producir cocaína, durante el estado de Sitio que instauró el Gobierno en 22 municipios del país y el cual duró dos meses.
Después que terminó el estado de Excepción, una de estas armazones fue utilizada como puesto de servicio para que el Ejército hiciera patrullajes en el lugar; no obstante, según informó Juan Carlos de Paz, vocero del Ministerio de la Defensa, a finales de febrero e inicios de marzo cesaron “las operaciones” e hicieron entrega del inmueble a la municipalidad y es la PNC la encargada de dar seguridad en el lugar.
Los arbustos erradicados durante el fin de semana pasado, según se informó por parte de la PNC, fueron encontrados en cercanías del laboratorio del complejo de laboratorios clandestinos y en total fueron localizados cinco campos.
Mérida ve como un problema que haya reincidencia de cultivos ilícitos en la zona, porque en países como Colombia, Ecuador y Perú –productores de cocaína–, las personas trabajan para grupos de narcotráfico porque la rentabilidad que obtienen por estas cosechas es mucho mayor a cultivar granos como frijol o maíz. Agregó que, estas actividades son rentables porque el Estado guatemalteco tiene en abandono estos lugares.
“Mientras no se llegue a generar desarrollo ahí, los campesinos estarán más anuentes para trabajar en esas actividades agrícolas que, trabajar en sus propias actividades de producción de maíz y frijol, que son las que se aprovechan en estos lugares”, advirtió.
Amapola
Del otro lado del país, en el Occidente, municipios como Ixchiguán y Tajumulco de San Marcos son productores de amapola. La historia se repite una y otra vez, ya que, cada año regresan las fuerzas de seguridad a erradicar los sembradíos ilegales a los vecinos que se dedican a su siembra y cosecha.
En 2017, durante la administración de Jimmy Morales estos dos municipios estuvieron bajo estado de Sitio para retomar el control del lugar, luego de que fueron retenidos 17 policías y que los vecinos se enfrentaban constantemente en ataques armados por el límite territorial. Pero este no es era el único problema, ya que, los pobladores se mantenían en constante lucha porque los municipios no tiene un límite territorial definido.
Mérida explicó que proponer que los comunitarios siembren papas o maíz es no tener idea de la rentabilidad que produce la siembra de amapola o arbustos de coca. Además, resaltó que los agricultores es la mano de obra para los grupos de narcotráfico, porque no pueden producir la droga sin la materia prima que dan las hojas.