Según investigadores policiales y del Ministerio Público, ser el “más fuerte” de la red criminal y tener información de cómo operaba el grupo habría sido la causa por la cual fue eliminado Castillo Morales, alias la Rana, señalado de haber integrado una banda de sicarios que cometió unos 10 crímenes desde junio del 2014.
Detectives de la Fuerza de Tarea contra Secuestros que participaron en el operativo para la aprehensión de Castillo Morales manejan la hipótesis de que alguien de la red que no fue detenido quiso evitar que revelara información a las autoridades, tomando en cuenta el papel que este desempeñaba en la banda.
Se hallaba en hospital
Rudy Esquivel, portavoz del SP, informó que ayer, a las 6 horas, cuando se hizo el conteo de los privados de libertad, los custodios de turno encontraron el cuerpo del reo en un área del hospital de esa cárcel, y avisaron a las autoridades.
Esquivel dijo que en el reporte preliminar que les enviaron de esa prisión no se detalla a qué sector estaba asignado el recluso, lo que hace suponer que, debido al hacinamiento, permanecía en el hospital mientras se le buscada un espacio, ya que fue detenido el viernes e ingresó en esa prisión el sábado último.
De manera extraoficial, en Presidios se indicó que Castillo Morales murió asfixiado, aunque corresponde al Ministerio Público (MP) y al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) emitir informes oficiales sobre la causa de su deceso.
El portavoz del Inacif, Roberto Garza Grisolía, comentó tque hasta ayer no tenían datos oficiales sobre el caso.
Detenido por crímenes
Castillo Morales fue aprehendido en Escuintla, junto a otras seis personas que según las autoridades cobraban Q100 mil por asesinato.
La audiencia de primera declaración está programada para hoy.
Los otros detenidos son Luis Fernando España Muñoz, César Antonio Ramírez Mazariegos, José Adolfo Díaz Lemus, María del Carmen García, Wálter Vitalino Lorenzana y Blanca Estela García Ruano. A todos se les señala de haber integrado la estructura criminal.
Los detectives dijeron que esa banda operaba en Puerto San José y el Puerto de Iztapa, Escuintla, donde habrían cometido los crímenes.
Agregaron que había varios autores intelectuales de los hechos, quienes contactaban a los sicarios. Estos conseguían armas y vehículos, asignaban tareas, le daban seguimiento a la víctima y finalmente la mataban.
Cobraban hasta Q100 mil
El viceministro de Gobernación, Edi Juárez, refirió que los sicarios cobraban de Q8 mil a Q100 mil, según la posición económica de quien los contratara.
También indicó que entre los detenidos figura un agente de la Policía Nacional Civil que indicaba a la banda delincuencial cómo montar puestos de asalto y simular que eran miembros de la institución policial, y así interceptar a sus víctimas.
Dirigía operaciones
David Castillo Morales era uno de los detenidos contra quien más pruebas existían, dijo el MP.
David Castillo Morales, alias la Rana, coordinaba las acciones del grupo y, por consiguiente, sabía todos los movimientos de este.
La Fiscalía que investigó el caso dijo que era uno de los detenidos contra quienes había más pruebas.
El sindicado fue enviado a prisión por asesinato, asesinato en grado de tentativa, conspiración para asesinato, robo agravado y asociación ilícita.
Según el MP, entre el 2014 y lo que va del 2015, Castillo Morales participó en la muerte de Juan Galdámez Saavedra, José Jeovany Álvarez, Wilfredo Valiente García y Elvis Pérez Macz, en distintos lugares de Escuintla.
Según el Ministerio de Gobernación, con las pesquisas se evitó que la banda cometiera otros tres asesinatos.
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