En su testimonio, la señalada dijo al juez Darwin Porras que fue designada como oficial de cumplimiento para verificar los movimientos financieros que MDF efectuaba en bancos del sistema, en nombre del Congreso.
En los primeros meses de aquel año, la casa de inversiones abrió una cuenta en el desaparecido Banco Uno, en la cual fueron depositados Q16 millones.
Esa transacción se efectuó durante la gestión de Rubén Darío Morales como presidente del Legislativo, hecho por el cual deberá enfrentar debate.
Vásquez Galiando consideró que ese movimiento financiero era irregular, y según explicó, acudió a su jefe, Raúl Girón, gerente de MDF, para manifestar el riesgo que se corría al efectuar la transacción.
Explicó que la ley le obligaba a actuar de esa forma antes de acudir al Ministerio Público o la Intendencia de Verificación Especial, de la Superintendencia de Bancos (SIB).
Girón le dijo que no era una transacción anómala, porque la Ley Orgánica del Organismo Legislativo de ese entonces facultaba al director financiero, José Benvenuto Conde Fernández, a disponer de los fondos privativos del Congreso.
“Después de que me dieron esa explicación, no hice nada más. Yo tenía que ver que no se hiciera lavado de dinero. Raúl Girón me dijo que no podía existir un delito como ese, porque el dinero no tenía una procedencia ilícita, porque era del Congreso”, aseguró.
En diciembre de ese año dejó su cargo como oficial de cumplimiento de las cuentas del Congreso que MDF mantenía en Banco Uno.
Peritaje
También fue escuchado el testimonio de Erlin Abraham Colocho, empleado de la SIB, quien fungió como perito en el proceso que se siguió en contra de Eduardo Meyer, sustituto de Morales al frente del Congreso, en el 2008, y Girón.
El informe que efectuó fue analizado y valorado como prueba por el Tribunal Sexto de Sentencia Penal, que en el 2012 emitió condenas de 3 y 24 años de prisión en contra de Meyer y Girón, como responsables de la pérdida de Q82.8 millones.
Explicó que en el proceso fue asignado para analizar diversos documentos, entre los cuales se encuentraba el reporte de transacciones posiblemente sospechosas entre el Congreso, MDF y Banco Uno, los formularios que manifestaban el inicio de relaciones comerciales entre las tres instituciones, y un informe de la inversión de Q16 millones, durante la gestión de Morales.
Indicó que detectó tres transacciones de Q10 millones, Q19 millones y Q53 millones, efectuadas el 11, 21 y 29 de febrero del 2008.