Guatemala

Titus: “Hay negligencia carcelaria”

“El sistema carcelario de Guatemala parece de la época medieval”, es el diagnóstico con el cual Byron Titus, sociólogo guatemalteco experto en rehabilitación penitenciaria describe la deplorable realidad de estos centros en el país.

“El sistema carcelario de Guatemala parece de la época medieval”, es el diagnóstico con el cual Byron Titus, sociólogo guatemalteco experto en rehabilitación penitenciaria, que trabaja para el sistema correccional de Massachussets, EE. UU., describe la deplorable realidad de estos centros en el país, y a la cual ha querido contribuir desde hace varios años, sin que los gobiernos acepten su asesoría.

Titus apuesta por reforzar la seguridad carcelaria y combatir la corrupción del personal, pero también impulsar programas que ayuden a la reintegración, para disminuir el hacinamiento de hasta 300 por ciento. 

Actualmente, Titus trabaja en  el sistema penitenciario de uno de los estados  con mayores logros en reducción de   la reincidencia delictiva, al punto que varios centros de detención han sido cerrados por falta de reos.

Propuesta inicial

Para abril próximo, Titus, quien visitó esta semana el país, organiza un foro con apoyo de la Universidad Rafael Landívar y profesionales  como el arquitecto Caldaz Bermúdez, experto en  construcción de cárceles, y Helen May Berents, investigadora australiana. Espera que en  esa actividad participen autoridades y otros sectores, para emprender la transformación del sistema.

¿Cómo se ve el Sistema Penitenciario de Guatemala?

En el tiempo en que me fui —1974— no tenía mucha conciencia del sistema carcelario, pero ya se veía que no estaba a la altura de las necesidades. Ahora, objetivamente y por ser un campo en el que he trabajado y con experiencia en Estados Unidos y Colombia, veo un sistema peor,  y en el que es necesario comenzar un proceso de reforma.

Guatemala no necesita mucha asesoría extranjera. Hay expertos muy competentes, pero que no se meten porque no les han dado el espacio.

¿Qué deterioró el sistema carcelario?

Hay negligencia carcelaria, pero también inciden muchos otros factores, como el mismo  conflicto armado y que se dio   prioridad a otros temas por sobre el sistema carcelario.

En Estados Unidos, cuando comencé a trabajar en la cárcel de Massachusetts, tenían un dicho que venía desde  el año 1800: se consideraba a los enfermos como el estrato más bajo de la sociedad, pero después de ellos estaban el preso   y los muertos. Prácticamente los daban por muertos.

Byron Titus, experto en sistema penitenciario. (Foto Prensa Libre: Esbín García)

En Guatemala, ¿cómo se ve a los reclusos?

No tienen prioridad social, porque nunca nos hemos puesto a pensar que en algún momento tenemos un amigo o familiar que ha caído preso, algo de lo cual nadie está exento, por algún error o un accidente. Hay hasta presos víctimas de una acusación falsa. Incluso los mareros son víctimas del abandono social, no crecen con estructura de padres o mentores y son víctimas de la negligencia social y paran como victimarios, aprendiendo peores mañas de las que tenían antes de entrar.

¿Por dónde deben empezar las autoridades a trabajar?

En el 2014 se hizo una reforma penitenciaria. De esa reforma, la gran mayoría de aportes son valiosos. Se debe retomar.
También se debe seleccionar qué tipo de educación necesita el personal para las cárceles, los programas que van a implementarse y que se tenga la oportunidad de que las personas en verdad se rehabiliten.

¿Hay que cambiar el sistema?

Ha habido funcionarios que han tratado de cambiarlo, pero la corrupción es tan generalizada y grande que, al persistir en ese intento, ven sus carreras profesionales golpeadas. Debe ser un esfuerzo colectivo y que toda la sociedad tenga en común el cese de la corrupción.

Aparte de la negligencia, nos hemos dejado doblegar. Entre los detonantes de las protestas del 2015 pasado estuvo que  el pueblo cayó en la cuenta del abuso. El abuso tan exagerado, conocido e indiferente, que la gente se cansó y decidió actuar. Igual hay que unirse para mejorar las cárceles y todo el sistema de seguridad.

En mi época salía a jugar futbol, y no tenía miedo de que me pasaran tirando un balazo. Ahora es imposible salir en la noche. Si vas al mercado, tienes que ir en forma defensiva, y solo falta que te digan que vayas con chaleco blindado. Esa no es una forma normal de vivir, hay que recuperar la sociedad y sacar la corrupción para establecer un orden comunitario  para ejercer el derecho de vivir en paz.

Lo largo que puede ser esa tarea puede desanimar

Cuando trabajaba mi tesis de doctorado sobre el tema de las cárceles, era un trabajo tan grande que sentí que no terminaría. Hasta que alguien me aconsejó: “Una hormiga se puede comer un elefante por mordiditas”.

Las cosas van a llevar su tiempo, y por eso hay que empezar ya. En la rehabilitación penitenciaria decimos que si te ha tomado cinco años meterte a algo malo, te va a tomar 15 años salir. Se necesitan metas claras de corto, mediano y largo plazo; no podemos decir que un solo gobierno lo va a hacer, y por eso hay que empezar.

La reinserción social es necesaria. ¿Cómo iniciarla?

La cárcel en EE. UU. provee oportunidad. Si un reo logra estudiar, califica para beneficios  como trabajo comunitario, para reparar escuelas y asilos de ancianos. Aprenden a ser productivos, a trabajar en equipo.

Se debe aplicar una reforma cognitiva, donde le hacen ver al reo las razones por las que delinque y hacerlos reflexionar en etapas de cambio.

La primera etapa del reo es de indiferencia y no le importan sus actos, pero en la segunda comienza a entender sus acciones. La tercera es de reconocimiento. Acepta plenamente sus actos y después viene la de acción, que es donde se les da la oportunidad de reivindicarse a cambio de beneficios en prisión.

¿Qué beneficios obtienen?

Cuando se cumplen dos tercios de la condena, hay derecho de apelar por un nivel probatorio, que es  retornar a la comunidad, salir a trabajar, ser proactivos,  atender grupos de apoyo emocional o de alcohólicos anónimos. Deben ir periódicamente a un centro donde miden el nivel de alcohol. Si hay indicios de consumo de alcohol o drogas, inmediatamente se va arrestado; además, consigue otro cargo, al violar las condiciones de libertad, y tendrá al menos dos años más de encierro de inmediato.

¿Cómo resolver la sobrepoblación carcelaria?

En Massachusetts ya no existe la sobrepoblación. Se ha reducido y se ha recurrido a alternativas  para resolver el problema. Hemos estado cerrando cárceles y se han vuelto empresas de manufactura, escuelas de artes y hasta hoteles.

¿Qué criterios se pueden aplicar para decir quién va a prisión y quién obtiene una alternativa?

La clasificación es la que permite encarcelar o no. En Estados Unidos existe un modelo especial. Los detienen, y en el primer día hábil van a un juzgado. Antes revisan el récord criminal, que va desde infracciones de tránsito, violencia en el hogar o  mala conducta en la calle.   En la audiencia, el juez se argumenta lo encontrado de récord criminal y riesgo, bajo, medio o alto.

Cuando no tiene riesgo ni antecedentes, le dan arresto domiciliar hasta llegar al juicio con una sentencia.  Si es de nivel medio, se va arrestado con localizador satelital, que le permite manejar, estar en el trabajo y en casa. Un departamento vigila los movimientos, y si salen del área suena el brazalete y las patrullas  lo detienen.

En el caso de alto riesgo, es detenido inmediatamente y encarcelado para garantizar la seguridad a la comunidad. Están presos 23 horas diarias, y por derechos humanos salen a caminar una hora al día.

¿Se plantea hacer la propuesta al actual gobierno?

No sé las razones por las que no ha existido interés; desde el 2007 he buscado contacto.

Hay personas que les han dicho que tienen la solución; pero en vista de los resultados,  lo que han hecho no ha funcionado, o no tendrían el caos de 300 por ciento de hacinamiento.

Estamos tratando de tener acercamiento con este gobierno, que es muy reciente y empieza con una adversidad del anterior, que dejó un país sin recursos; además, no hay confianza de las personas.

En abril, esperamos hacer el foro con el apoyo de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Rafael Landívar.

Esperamos mucha participación y que sea el comienzo.

¿Trabajaría  en este proyecto?

Es lo que llevo ofreciendo hace años, sin ningún interés económico, pues yo soy académico, científico, no empresario.

Quizá por eso no me han tomado en cuenta. Lo haría por amor a Guatemala, porque quisiera aportar con mis conocimientos y experiencia a que la situación cambie. Guatemala se lo merece. Es un país hermoso y merece estar mejor.

Perfil de Byron Titus guerra

  • Es un guatemalteco reconocido a escala internacional por sus programas exitosos en las cárceles de EE. UU. y de Colombia.
  • Es fundador y director del Centro de Transición a la Excelencia, una entidad creada y fundada con el propósito de ofrecer asistencia para proveer oportunidades de transformación positiva a personas.
  • Ingeniero y sociólogo, con más de 15 años de experiencia en servicios de rehabilitación y correccional carcelaria.
  • Su investigación doctoral en la Union Institute and University, Cincinnati, Ohio, se tituló “La importancia de los factores etno-culturales en el proceso de rehabilitación”,  que lo ayudó a diseñar su programa de rehabilitación.
  • Completó su residencia e internado doctoral en el  2003, y desde entonces trabaja para el estado de Massachusetts en procesos relacionados con rehabilitación, reintegración comunitaria y reducción de reincidencia.
  • La responsabilidad de Titus  actualmente incluye el apoyo a tres juzgados regionales y también a 25 ciudades de Massachusetts.

Modelo en cárcel de Massachusetts

En las cárceles estadounidenses existe un cuerpo técnico llamado Oficina de Servicios Especiales. Esa entidad asegura que se mantenga el cumplimiento de los derechos humanos y la vigilancia anticorruptiva de los funcionarios que trabajan para el sistema.

Según Titus, han encontrado casos de contrabando de droga a un nivel menor del que se puede hallar en Guatemala. Una de las causas de esas actividades clandestinas es que en las prisiones trabaja personal externo.

“Maestras han sido arrestadas por introducir drogas, debido a que son manipuladas porque entran en amoríos con reos”, explicó.

En Estados Unidos, las consecuencias de esas acciones, que son consideradas “grave ofensa”, incluyen prisión de 10 a 12 años y un récord que no permite trabajar ni en un restaurante de comida rápida.

“En la cárcel es imposible ingresar un celular; hay que pasar un registro ocular. Un reo tiene que ser revisado por una máquina de rayos X”, afirmó el experto.

Titus recordó casos de empleados que han entrado celulares divididos en partes, aunque son descubiertos y luego procesados. A eso se añade que los trabajadores  tienen estudios y se han preparado para esa tarea. Además, cada año reciben actualización de no menos de 40 horas y están en constantes investigaciones para detectar cualquier ilegalidad que puedan cometer.

Confronting the Cycle of Addiction and Recidivism.The Worcester County Sheriff's Office is proud to announce, along…

Posted by Worcester County Sheriff's Office on Monday, 1 February 2016

Cárcel de Colombia será certificada

En Colombia, una de sus cárceles será certificada como de las mejores del mundo, luego del trabajo ejecutado por el equipo que dirige Byron Titus.

El experto explicó que el problema en ese sistema era el narcotráfico, que había inundado todas las esferas, desde la Corte Suprema de Justicia hasta las cárceles.

Uno de los casos que menciona es el del conocido capo Pablo Escobar, quien construyó su propia prisión, estableció sus modelos y lineamientos, y la adecuó a sus necesidades.

“Estados Unidos le exigió a Colombia que detenga el narcotráfico. Le respondió que trabaja en eso; pero por ser ellos los consumidores, que colaboren. Aceptan y mandan expertos, y educan a los colombianos”, comentó Titus.

La acción estadounidense incluyó recomendaciones como contratar personal calificado y que no estuvieran relacionados con partidos políticos. Además, ejecutaron una “limpieza” de los centros, y apoyo económico que con el tiempo se volvió un esfuerzo colectivo.

“Los mismo es lo que se necesita para el Triángulo Norte. Si se fumiga a Guatemala, la delincuencia se va a mover a los países vecinos; y cuando todo se calme, va a regresar. Después, se vuelve un ciclo viciado. En cambio, si se limpia una región, que es como percibe el narcotráfico, es más efectivo”, añadió.

Urge un cambio en el sistema

Las autoridades penitenciarias reportaron este año sobrepoblación de 13 mil 194 reos, en 19 centros de detención provisional y de cumplimiento  de condena. Además, en el 2015 se registraron 35 muertos producto de amotinamientos y riñas entre grupos rivales.

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