Choques violentos en frontera Guatemala-México: lucha por poder entre bandas desata el caos
Captura de alias “Chicharra” fractura estructura criminal. Investigadores policiales afirman que grupos armados mexicanos cruzan al país con tres fines.

Alias "Chicharra" fue detenido el 11 de marzo último en un centro comercial de México.(Foto Prensa Libre: hemeroteca PL)
Investigadores antinarcóticos de la Policía Nacional Civil (PNC) confirmaron que integrantes del cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ingresan al país y mantienen presencia activa en la frontera entre Guatemala y México, donde se disputan las responsabilidades que tenía Aler Baldomero Samayoa Recinos, presunto cabecilla del cartel Los Huistas, conocido con el alias Chicharra, extraditado a Estados Unidos.
El enfrentamiento entre policías mexicanos y un grupo armado ocurrido en La Mesilla, Huehuetenango, en días recientes, evidenció la forma en que operan y las pugnas que mantienen, aunque este hecho es atribuido al cartel Chiapas y Guatemala. Los investigadores policiales indican que estos grupos “ingresan y salen del territorio nacional” por puntos ciegos con distintos fines, entre los cuales no figura el refugio, sino que lo hacen para vigilar sembradíos de amapola en departamentos fronterizos como San Marcos y Huehuetenango, establecer laboratorios para la fabricación de metanfetaminas y reclutar exkaibiles.
Los investigadores refieren que, a lo largo de la frontera México-Guatemala, opera el CJNG. Inclusive, dentro de sus filas hay guatemaltecos. Desde que se capturó a Samayoa Recinos —jefe de Los Huistas, que opera en Huehuetenango y a lo largo de la frontera entre México y Guatemala—, hay una pugna dentro de ese grupo por asumir las responsabilidades del extraditado, explicó uno de los agentes.
Tampoco descartan que los mismos problemas de violencia ocurran próximamente en Petén y San Marcos, debido a que prevalecen los puntos ciegos.
“A nivel nacional son más de 50 puntos ciegos”, dijo el investigador.
Responsabilidad
El director general de la Policía Nacional Civil (PNC), David Custodio Boteo, resaltó que el control fronterizo es una responsabilidad exclusiva del Ejército de Guatemala, y que la PNC actúa como apoyo. Sin embargo, señaló que deben “equilibrar” el recurso humano, debido a que también deben resguardar otros puntos, como la frontera con El Salvador, para evitar el ingreso de pandilleros, así como Izabal y Chiquimula, por la presencia de pandillas provenientes de Honduras.
Custodio Boteo indicó que los municipios más conflictivos por el tráfico de drogas y movimientos irregulares de personas siguen siendo Ayutla y El Carmen, en San Marcos, además de Petén y Huehuetenango. También precisó que la pugna interna en el CJNG está relacionada con la disputa por liderazgos tanto en el lado mexicano como guatemalteco, lo que ocasiona inestabilidad en la zona.
El director recalcó que los exkaibiles son reclutados por los carteles mexicanos, e indicó que durante el 2022 y 2023 en departamentos fronterizos circularon volantes y mantas en las que se ofrecían plazas para guardias de seguridad, aunque en realidad eran convocatorias para integrar grupos armados ilegales. Según el jefe policial, les ofrecían sueldos mensuales de entre Q3 mil y Q5 mil.
Desde hace meses, comerciantes y contrabandistas han denunciado que, para cruzar a territorio mexicano y comprar mercadería, deben hacer pagos no autorizados a estos grupos armados. Los cobros varían según el tipo de mercadería, la cantidad y el vehículo en el que se movilicen. En algunos casos, se cometen abusos cuando el automóvil llama la atención de los grupos y es robado a sus propietarios.
“Una gran cantidad de droga y dinero ya no está llegando a Estados Unidos. Además, la droga sintética es sumamente barata en ese país y está sustituyendo a la cocaína. Por eso, la cocaína se está quedando en Guatemala”, precisó Custodio.
Quién es el Chicharra
Estados Unidos catalogó a Samayoa Recinos y a Eugenio Darío Molina López, alias el Botas, como los máximos jefes del cartel Los Huistas, que opera en Huehuetenango y a lo largo de la frontera entre México y Guatemala.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos (OFAC, en inglés) designó el 18 de marzo del 2022, a la organización de narcotráfico Los Huistas y a sus líderes, de conformidad con la Orden Ejecutiva 14059, por tráfico de drogas que amenaza al pueblo y la seguridad de Estados Unidos y Guatemala.
Samayoa Recinos fue detenido en un operativo en México y enviado a Guatemala para que comenzara el proceso de extradición a EE. UU.
Samayoa era el número uno en la lista de los 100 más buscados en Guatemala. Por él se ofrecía una recompensa de Q50 mil, mientras que Estados Unidos ofrecía US$10 millones por información que llevara a su captura.
Según los señalamientos de EE. UU., Samayoa Recinos y Molina López dirigen desde el 2012 a Los Huistas, grupo que opera en lo que ese país considera un “área de importancia estratégica” por estar ubicada en la frontera entre México y Guatemala.
Problema sin solución
Mario Mérida, exviceministro de Gobernación y analista en temas de seguridad, considera que la actual situación de violencia y presencia de grupos criminales en la frontera entre Guatemala y México responde a la falta de interés de los gobiernos guatemaltecos en fortalecer la seguridad transfronteriza.
“Una muestra clara de esa falta de atención fue la desmovilización de la zona militar en San Marcos, lo que dejó a las fuerzas de seguridad nacionales con menor capacidad para vigilar los 968 kilómetros lineales de frontera. Estamos custodiando casi mil kilómetros. No hay control. Cada metro es un paso hacia la frontera”, señaló.
A eso se suma —según Mérida— una “comodidad” institucional al escudarse detrás del argumento de que existen más de 100 pasos ciegos. Sin embargo, enfatizó en que el verdadero problema radica en la ausencia de una estrategia nacional.
“Nadie atiende de que hay un Consejo Nacional de Seguridad y que hay un sistema de inteligencia nacional que debería trabajar de forma conjunta”, advirtió.
Mérida recordó episodios recientes en los que comunidades mexicanas huyeron hacia Guatemala por la violencia en la frontera, sin que las autoridades guatemaltecas dieran seguimiento o atención adecuada.
Mencionó, además, la existencia del Grupo de Alto Nivel de Seguridad Fronteriza (GANSF) —también conocido como GANCES—, un mecanismo creado en el año 2000 por México y Guatemala para atender temas de seguridad y desarrollo en la zona limítrofe. “La última reunión que se hizo de ese grupo fue, si no estoy mal, en el gobierno de Otto Pérez Molina, y desde entonces no se ha sabido más”, lamentó.
Indicó que actualmente solo queda una zona militar ubicada en Huehuetenango, con sede fija, lo que limita la cobertura.
“Ahí fue donde se mandaron los jeeps que donó el ejército norteamericano, pero no se sabe qué resultados ha tenido eso”, añadió.