César Tocay, de 11 años, la semana pasada, salió a comprar un periódico, y una bala perdida le atravesó el cráneo. Aunque su salud mejora satisfactoriamente, según el director del Hospital General San Juan de Dios, Julio Figueroa, el menor quedará con parálisis en las extremidades izquierdas.
“Con fisioterapia de tres meses podría recobrar la movilidad”, indicó Figueroa.
A diferencia de Tocay, 207 niños no tuvieron oportunidad de vivir para lograr cumplir sus sueños.
Estadísticas
Datos del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) revelan que en los primeros cinco meses del 2015 han muerto 207 menores a causa de la violencia. De ellos, 142 han quedado lesionados por arma de fuego —varios por balas perdidas—, cuatro por arma blanca y machete y el resto por asfixia.
“La mayoría de los hechos se han cometido en Villa Nueva y Mixco. Además, en la capital y Chinautla”, manifestó por teléfono Roberto Garza, vocero del Inacif.
Agregó que las muertes por asfixia incluyen casos de estrangulamiento, sumersión, compresión torácica abdominal y sofocación.
Varios menores han quedado internados en nosocomios debido a heridas de bala o arma blanca.
Ingreso en hospital
El Hospital Roosevelt reportó que, en los primeros cinco meses del año, los niños ingresados fueron 12. De estos, seis por balas perdidas.
El San Juan de Dios registró siete muertes de pequeños, solo por arma de fuego. Aún no contabilizan los casos con arma blanca.
Sin embargo, el director de ese nosocomio manifestó que el último caso con arma cortante ocurrió la madrugada del pasado 1 de junio.
Una niña de 11 años fue trasladada de El Progreso con heridas causadas con machete en los brazos y en la cabeza.
“La última —lesión en el cráneo— es la más delicada, porque además de cortar provocó un golpe en la cabeza como si fuera con un martillo”, agregó.
La pequeña fue identificada como Sandra Álvarez Enríquez, quien sigue con ventilación mecánica y en estado delicado.
“Las primeras lesiones que recibe la niña son en el antebrazo, brazo y manos, señal de que ella trató de defenderse”, indicó Figueroa.
Falta de políticas
Gloria Castro, defensora de la Niñez y Adolescencia de la Procuraduría de los Derechos Humanos, manifestó que los ataques son producto de la falta de políticas de prevención del delito.
“Es necesario que se fortalezca el sistema de seguridad y todos los procesos que se relacionen con la persecución penal para controlar el problema”, puntualizó Castro.