Migrantes

Cabizbajos y agotados: así transcurre el tiempo para los migrantes que esperan ser retornados a Honduras

PNC busca en departamentos orientales a grupos dispersos de la caravana migrante.

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Agotados y cabizbajos, hndureños esperan el retorno a la frontera. (Foto: Carlos Hernández)

Agotados y cabizbajos, hndureños esperan el retorno a la frontera. (Foto: Carlos Hernández)

La Policía Nacional Civil y el Ejército han instalado más de 15 puestos de control a lo largo de la ruta al Atlántico, así como dentro de Chiquimula, El Progreso, Zacapa e Izabal con el objetivo de poder identificar a grupos de la caravana migrante que se movilizan de manera irregular.

Uno de estos se ubica en el km 81, El Rancho, El Progreso. Acá además se ha instalado un puesto de control migratorio del Ministerio de Salud, donde se realizan pruebas de coronavirus. Desde este punto las autoridades han ya retornado a 37 migrantes.

Los migrantes que son detenidos en este punto son enviados a la estación de la PNC de Las Champas, siempre en El Rancho. Acostados en el suelo, de pie o en una banca, los indocumentados esperan un bus de Migración para ser regresados a la Frontera de Agua Caliente.

El Instituto de Migración dijo hasta las 15 horas había informado que había retornado a 3 mil 459 migrantes, de estos 3 mil 358 hondureños, 96 salvadoreños y 5 nicaragüenses.

Cecia, de 11 años, hondureña que esperaba junto a su familia llegar hasta Estados Unidos. (Foto: Carlos Hernández)

Cecia sueña ser doctora

Dentro de los migrantes que aguardan el bus se encuentra Cesia, una niña de 11 años originaria de San Pedro Sula, que junto a su mamá y su hermano de 13 años salieron en búsqueda de mejores oportunidades pues aseguran que en su país a consecuencia de las tormentas lo perdieron todo.

Ellos fueron detenidos dentro de un bus a 15 km de la capital de Guatemala. Según la mamá de Cecia, ellos salieron el 15 a las 4 horas desde San Pedro Sula en la caravana migrante que quedó varada en Vado Hondo, Chiquimula, y que la PNC de Guatemala dispersó.

Cecia narra que su sueño es ser doctora, algo que en su país asegura su mamá difícilmente podrá cumplir pues desde hace dos años le tocaba cursar sexto primaria, pero la falta de empleo le ha impedido pagar la educación de sus hijos. Aunque el servicio es público, el acceso no es universal para personas en su situación y nivel económico.

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