Guatemala

Niños se van por violencia

La violencia y pobreza son los principales factores que inciden para que los menores de edad de la región decidan migrar sin compañía a Estados Unidos (EE. UU.), consideran fuentes especializadas.

La violencia y la pobreza son factores que influyen para que niños intenten viajar de manera ilegal a Estados Unidos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

La violencia y la pobreza son factores que influyen para que niños intenten viajar de manera ilegal a Estados Unidos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Los niños migrantes que viajan sin acompañante al país del norte se mantienen en crecimiento desde el 2009.

Según el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU., durante el año fiscal 2009 registraron mil 115 menores de edad guatemaltecos sin acompañante encontrados por las autoridades, mientras que el 2015 cerró con 13 mil 589 —20.3 por ciento menos que en el 2014, cuando fueron 17 mil 57 niños—.

De octubre del 2015 a marzo de este año se reportan nueve mil 383 menores.

El aumento que ha tenido la migración de menores no acompañados hacia esa nación no es solo de Guatemala; también de México, El Salvador y Honduras. Desde el 2009 a marzo pasado, de México han migrado 105 mil 287 menores, le sigue Guatemala con 56 mil 129, El Salvador con 47 mil 536 y Honduras con 40 mil 580.

Causas

Enrique Maldonado, analista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), señaló que incluso la migración puede ser un fenómeno que incida en la baja cobertura escolar que han tenido no solo Guatemala, sino otros países de la región en los últimos años.

Comentó que en El Salvador desertaron 64 mil estudiantes en el 2014, la mitad por migración y 20 por ciento por violencia.

Gloria Castro, defensora de la niñez y adolescencia de la Procuraduría de los Derechos Humanos, señaló que la migración de menores tiene que ver con problemas estructurales del país, como la pobreza y la desigualdad.

“Es la razón por la que muchos niños, niñas y adolescentes toman la decisión forzada de migrar, aunque sepan y conozcan que en el trayecto van a enfrentar diferentes riesgos, como el trabajo forzado y la trata de personas en cualquiera de sus modalidades, que sabemos que se da en el camino muchas veces”, aseveró.

Castro considera que el Estado no ha hecho lo suficiente para desarrollar programas de prevención; porque no solamente se trata de decirles que no se vayan, sino qué se les ofrece para que quieran quedarse en el país.

Leonel Dubón, de Refugio de la Niñez, estimó que la desesperanza en la que viven muchos menores en las comunidades por falta de oportunidades de desarrollo hace que migren.

“De los factores fundamentales que provocan la salida de niños y adolescentes de Guatemala, el primero es la desesperanza que tienen nuestras propias comunidades. Los niños y adolescentes están sumidos en la extrema pobreza, no tienen oportunidades educativas, laborales y, en consecuencia, no tienen oportunidades”, aseveró.

Subrayó que la segunda causa es la violencia, la cual se reduce en unos meses y en otros se incrementa. Agregó que esa violencia hace que los menores quieran salir del país.

“Los adolescentes se sienten frustrados porque no hay oportunidades. Hay más posibilidades de involucrarse en actividades delictivas; entonces, hoy por hoy los chicos que no se van del país entran en actividades delictivas por la falta de oportunidades que las mismas instituciones tienen hacia ellos”, aseveró.

Juan Luis Carbajal, secretario ejecutivo de la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de Guatemala, expresó que se debe considerar que mientras no haya reforma migratoria en los Estados Unidos, las personas van a tratar de reunificar a la familia y continuará la migración indocumentada, porque hay muchos guatemaltecos que dejaron a sus hijos y quieren protegerlos de ambientes hostiles de pobreza y de violencia.

Resaltó que es necesario que los gobernadores y alcaldes hagan efectivos los sistemas municipales de protección de niños y adolescentes que se contemplan en el Código Municipal, ya que con estos podrían identificar en las aldeas y comunidades a menores que necesitan protección. Añadió que es necesario que atiendan problemas como la desnutrición y deserción escolar.

“Si queremos que se queden los niños, niñas y adolescentes en lugar de migrar, se tienen que activar estos sistemas y que sean efectivos, para que no se vayan”, puntualizó.

ESCRITO POR: