Guatemala

Álvaro Pop: Sectores se sienten cómodos con el sistema

Álvaro Pop, analista político, se refiere a los cambios a la Constitución, en especial a lo relativo a la jurisdicción indígena.

Álvaro Pop, analista político, considera que el enfrentamiento y la poca madurez política hará que la reforma tenga éxito relativo.

Álvaro Pop, analista político, considera que el enfrentamiento y la poca madurez política hará que la reforma tenga éxito relativo.

De acuerdo con Pop, algunos sectores están cómodos con el sistema de justicia actual, por lo que no quieren cambios. Así respondió a preguntas de Prensa Libre.

¿Cuáles son los puntos que causan polémicas en las reformas constitucionales, hablando de toda la propuesta?

Al igual que la propuesta de reforma venía de los acuerdos de paz en 1999, el tema de pueblos indígenas genera una posición de incomprensión y de dudas en las élites políticas, económicas y sociales de Guatemala. Ese el primer tema.
 
El segundo es el tema general de la justicia, porque hay muchos sectores que están cómodos con la nebulosa y con la poca claridad de los mecanismos que tiene la administración de justicia en Guatemala para ser ágil. Hay muchos sectores que se benefician de estos procesos, desde bufetes de abogados, pasando por operadores o por los mismos operadores de los órganos de justicia, hay sectores de la población que están cómodos.
 
Hasta las mismas estructuras criminales, porque el delito y su persecución en Guatemala es mucho más difícil, entonces la delincuencia está campando, solo mire la ola de asesinatos de taxistas y de pilotos que hay en Guatemala, es una pequeña muestra de cómo hay más sectores involucrados.
 
Cómo puede ser posible que no han podido desmontar nada de eso durante los últimos 15 años. La única respuesta es que obviamente la autoridad esté involucrada.

¿Cuál es el panorama para las próximas semanas?

Primero, se está visibilizando con mucha fuerza los sectores conservadores, que simplemente no quieren ambos asuntos: el reconocimiento de pueblos indígenas, y la reforma de la justicia en general. No hay necesidad de explicaciones, la reforma constitucional no es de racionalizarla y de comprensión popular, nunca lo ha sido en ninguna parte del mundo, es de simpatías por los procesos de transformación, de evolución, y de confianza en las dirigencias, y ambos casos no existen en Guatemala. Entonces yo lo veo cuesta arriba, lo veo difícil.
 
Segundo, creo que en el Congreso de la República puede haber una aprobación mínima pero va a pasar la reforma constitucional, el gran reto va a ser precisamente todo el proceso de referéndum, porque se pueden manejar movilizaciones oscuras, descalificaciones que le hacen mucho daño a la democracia, y que hacen que el proceso no sea transparente, creo que en primera instancia en el Congreso se pueden juntar las firmas para que pase un proceso de esta naturaleza.

Además de las jurisdicciones indígenas, ¿cuál cree que será el próximo tema complicado, comisiones de postulación?

Sí. Cuando le digo que en general hay gente que se opone a la justicia, son los grupos que tienen interés en que los procesos continúen tal como están. Luego vienen los detalles, y en los detalles está el diablo. Yo creo que las discusiones de que si las comisiones de postulación, que si la Universidad de San Carlos está perdiendo poder, que si las universidades, que si el porcentaje municipal, esto y lo otro, en los detalles van a ampliar el debate y la sociedad guatemalteca y los medios se van a llevar por la finta, y podemos perder un proceso de transformación sumamente importante en Guatemala.

¿Cree que el centrarse en el reconocimiento de las jurisdicciones indígenas podría ser una excusa para no conocer otros temas?

Sí, por supuesto, es una excusa para mantener un ambiente incluso de inestabilidad y demás. En política todo este tipo de situaciones son totalmente posibles.

¿Cuáles son los sectores que usted cree que se están oponiendo?

Obviamente aquí hay que verlo con ojos de analista criminal, y la primera pregunta que hay que contestarse es quiénes están ganando con que el sistema se mantenga. Entonces hay bufetes de abogados que se manejan bajo estas lógicas, hay grupos del crimen organizado, hay incluso los sectores de seguridad, porque en la medida en que vayamos haciendo reformas el ambiente empieza a cambiar, y entonces comienzan a perder sobre todo las empresas de seguridad, que tal vez es la empresa de mayores ganancias en Guatemala, el tema de seguridad. Así como esos, hay que hacer un análisis de quién está ganando con un tipo de realdad como la que actualmente se tiene.

En la discusión de jurisdicciones indígenas, ¿Cree que hay algún temor por el tema del derecho a la propiedad privada?

No, ese tema está totalmente alejado, en primer lugar, de posibilidades reales. En segundo lugar, me parece que es intocable a partir de lo mandatado en la Constitución, así que no tiene nada que ver. En ese sentido, tanto en términos literales como de interpretación o incluso de comprensión de la sociedad, no tiene que ver.
 
Sería lamentable si algunos sectores quisieran meter esa discusión, porque no tiene ninguna relación. Me parece que lo que estamos metiendo aquí es esa percepción bipolar de la sociedad guatemalteca de “indios y ladinos”.
 
Muy tarde en la historia guatemalteca se empieza a desmontar la bipolaridad dolorosa, enfrentada y terrible entre indígenas y ladinos, y ese es el fondo en realidad. Creo que hay  una generación de jóvenes que no quieren estar en esa realidad bipolar, enfrentada, racista, discriminadora, pero que hay una generación todavía muy poderosa, que es una generación mayor de 45 años que es la que todavía detenta el poder y vive bajo los parámetros históricos de la colonia.

¿Se convertiría en una lucha Ideologías?

De hecho es una discusión ideológica. Todo proceso constitucional es ideológico, y desde 1984 empezamos un proceso ideológico de democratización, de reconocimiento ciudadano. En 1999 quisimos hacer un proceso constitucional de multiculturalidad, y ahí ya no pudimos pasar. De hecho ahora las constituciones de América Latina ya se reformaron y se reconocieron pueblos indígenas, la más atrasada hoy es la de Guatemala, la única Constitución que no reconoce pueblos indígenas como pueblos, y se queda solo en comunidades, es la Constitución de Guatemala, que demuestra que sus élites son las más atrasadas del continente, ahí está la muestra.

En general, ¿Estas reformas constitucionales serán un éxito o un fracaso?

Yo creo que será un éxito relativo, creo que va a ser un éxito en términos de temas que puedan plantearse, pero no tendrá todo el efecto de reconocimiento entre todos los sectores, dado nuestro enfrentamiento y poca madurez política.
 
 

ESCRITO POR:

Geovanni Contreras

Periodista de Prensa Libre especializado en Política y Poderes, con 21 años de experiencia. Galardonado en el 2017 por su trayectoria por la Embajada de México y la Hemeroteca Nacional Clemente Marroquín Rojas.