La Federación de Cooperativas Agrícolas de Productores de Café de Guatemala, R.L. (Fedecocagua) accionó el año pasado en la Corte de Constitucionalidad contra la actual composición del directorio de Anacafé y contra el impuesto del 1 por ciento por la exportación de un quintal de café.
Miguel Medina Godoy, presidente de esa entidad gremial, explicó que el sector cooperativista es el que mayor representatitividad tiene en el directorio de Anacafé en lo que respecta a los cargos de suplentes, ya que son seis de 10, mientras que su distribución entre los titulares es de cinco de 10, lo cual evidencia que en total hay 11 representantes de cooperativistas de 20 puestos del directorio.
Razones de fondo
De acuerdo con el economista Carlos Martínez, Anacafé ha agrupado históricamente a los grandes productores, mientras que Fedecocagua, a los pequeños.
“La disputa está asociada a la cuantía de los beneficios que vienen del comercio exterior como del Estado. Anacafé se beneficia del control de la exportación porque tiene los vínculos con el exterior. La desarmonía de intereses se debe al dominio de las políticas que tienen los grandes cafetaleros”, aseveró Martínez.
Explicó el experto que con la crisis de la caída de los precios del café emergieron los pequeños caficultores y los cooperativistas modificando el dominio del comercio exterior del grano, aunque la mayor parte la conservó Anacafé.
Aseguró que ese cambio en la composición del sector cafetalero quedó marcado con la privatización del Banco Nacional de Desarrollo Agrícola, que se convirtió en el Banco de Desarrollo Rural (Banrural), donde las cooperativas tienen mayor participación. Martínez indicó que los cafetaleros mayores dejaron de ser un oligopolio puro y el mercado se diseminó.
Conflicto de intereses
Erasmo Velásquez, director de la Escuela de Economía de la Universidad de San Carlos, indicó que uno de los aspectos del conflicto de intereses puede ser la representación de los productores medianos y pequeños en relación con los grandes, que tienen más participación en la junta directiva de Anacafé.
Expresó que la demanda de los cooperativistas y pequeños productores es coherente porque una entidad como Anacafé no tiene facultad para cobrar un impuesto, y por eso impugnaron el cobro del 1% por quintal del grano que se exporta.
Libertad de asociación
Italo Antoniotti, relacionista de Fedecocagua, señaló que piden libertad de asociación y rechazó que sea una lucha de poderes para controlar Anacafé.
“Pedimos que el productor tenga la libertad de decidir quedarse o irse de Anacafé, como sucede con las cámaras de Comercio e Industria”, aseguró.
La pugna entre los sectores se complicó desde el 2009, a raíz de la muerte de Rodrigo Rosenberg. Ese abogado dejó un video en el que implicaba a directivos de Fedecocagua en su muerte y en irregularidades en Banrural. Según la referida federación, un grupo de grandes caficultores dio información falsa a Rosenberg. Tras ese incidente se agudizó la confrontación entre grandes y pequeños productores.
En cuanto al caso Rosenberg, Antoniotti afirmó que se debió a que habían solicitado una fiscalización sobre las reservas de Anacafé porque habían sido colocadas en un portafolio accionario en el extranjero.
“Lo que pedíamos era que esos fondos públicos fueran utilizados para beneficiar al productor de café y no para servir a portafolios accionarios de
Chrysler y General Motors. Estábamos preocupados porque eran US$13.3 millones y pedimos que se repatriaran los fondos. Al entablar un juicio de rendición de cuentas, obviamente el presidente de Anacafé —Christian Rach— se sintió presionado y entonces un grupo de caficultores malinformaron a Rosenberg sobre lo que pasaba en Anacafé”, indicó Antonioti. Subrayó que Fecocagua paga en impuesto por exportación del grano entre Q6 millones y Q7 millones al año.
Mayor participación
Según Godoy, no debería haber mayores fricciones entre caficultores grandes y pequeños.
“Me llama la atención porque con los cooperativistas estamos de la mano, pero hay que tomar en cuenta que este sector no es Fedecocagua. Los cooperativistas son más, y Fedecocagua representa sus intereses”, dijo.
Refirió que José Ángel López, como representante del sector cooperativista, asumió la vicepresidencia de Anacafé del 2001 al 2003, y luego la presidencia del 2003 al 2006. López fue presidente de Banrural de 1998 al 2013.
Godoy informó que, en cuanto a la producción del grano, los cooperativistas tienen el 8%; los comités y asociaciones, el 10%; las comunidades cafetaleras, el 26%, y las medianas, 47%. El resto es de los grandes caficultores.
DATO
125 mil Productores cultivan el grano en Guatemala.
Q7 Millones paga al año Fedecocagua a Anacafé.
Asociación: No es tributo
Miguel Medina Godoy, presidente de Anacafé, señaló que no es un tributo lo que pagan los productores de café, sino una contribución especial. “Lo pagan solo los productores, y no los exportadores; estos solo lo retienen y se lo entregan a Anacafé. Es un cobro específico para un grupo específico con un fin específico”, indicó.
Economía: Sin interés
Italo Antoniotti, de Fedecocagua, expresó que no tienen interés en participar en la política monetaria del país. “Como Fedecocagua no estamos interesados en participar en la Junta Monetaria. Como está integrada ha sido uno de los organismos que han mantenido la macroeconomía de buena manera, y por ello, lo que no está roto no hay que repararlo”, dijo.