Velásquez dijo que la Cicig brinda apoyo para la identificación, persecución y desestructuración de grandes redes criminales y de cooptación del Estado, pero “solo mediante el aumento de la capacidad de respuesta de la justicia se puede reducir la impunidad”.
En declaraciones a EFE, Velásquez valoró positivamente la posibilidad de luchar, desde la comunidad y cooperación internacional, contra la criminalidad y las grandes estructuras criminales, proceso que se va ampliando cada día en América Latina.
En ese sentido, enalteció el “papel definitivo” de la sociedad y los medios de comunicación, quienes durante el 2015 y en la actualidad continúan fortaleciendo la acción de lucha contra la corrupción.
En cuanto a los objetivos de América Latina en el ámbito de la corrupción, fenómeno no coyuntural, sino “sistémico”, el comisionado expresó que la aspiración de la región “sigue siendo la búsqueda de la paz y la reconstrucción de nuevas relaciones”.
Además, hizo un llamamiento para que Europa continúe apoyando los procesos, dando respaldo y fortaleciendo la ayuda económica, ya que sin la cooperación internacional esta lucha es “difícil de sostener e imposible de profundizar”, manifestó Velásquez.
En coincidencia con Velásquez, José María Vera, director general de Oxfam Intermón, – una ONG de ayuda social- dijo que “es importante que la sociedad sea un vehículo que alce la voz de los sectores más olvidados y se convierta en garante de transparencia para erradicar las situaciones de vulneración de los Derechos Humanos”.
El representante de la Dirección General de Cooperación Internacional y Desarrollo de la Comisión Europea, Jorge de la Caballería, aseguró que Europa está implementando textos como la Agenda 2030, la Estrategia Global 2016 de la UE o el Consenso Europeo sobre Desarrollo, como nuevas herramientas para reforzar la cooperación.
Por su parte, el embajador de la Unión Europea en Argentina, Alfonso Díez Torres, manifestó su preocupación por el “giro político de los gobiernos de la región”, cuyo viraje puede tener “consecuencias económicas y sociales”.
En ese sentido, Díez aseguró que los gobiernos, de todas las ideologías, “están tomando decisiones y creando políticas en deterioro de la cooperación y el desarrollo internacional”.
Díez manifestó que en el mundo global, “tiende a cuestionar los valores de las democracias liberales”, América Latina y Europa son “los mejores socios que uno puede imaginar”, por lo que ambas regiones deben defender este modelo de cooperación.
