Guatemala

México endurece controles migratorios

El aumento y endurecimiento de los controles migratorios en México, sumado al continuo desplazamiento irregular de guatemaltecos en su ruta hacia EE. UU. en busca de oportunidades de trabajo y desarrollo, ocasionó que en el 2014 más connacionales —95 mil 477— fueran deportados desde esos países.

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Durante el 2014 han sido deportados miles de centroamericanos desde Estados Unidos. (Foto Prensa Libre: Edwin Bercian)

Pese a que la tendencia de connacionales expulsados de EE. UU. no aumentó al ritmo de los años recientes, con  alza promedio anual de 10 mil deportados desde el 2012, el incremento desde México reflejó un  aumento del 50 por ciento.

El fenómeno es producto, según analistas, del incremento de los puestos de control y retenes en el vecino país para  contener la migración de indocumentados a toda costa,  como lo demandó EE. UU. después de que en junio último se produjo una crisis humanitaria por  infantes no acompañados.

El sacerdote Juan Luis Carbajal, de la Pastoral de Movilidad Humana, afirmó que según testimonios de migrantes que han pasado por los albergues, las autoridades mexicanas incurren en prácticas que antes no se conocían.

“Hay más puestos de vigilancia militares. Ahora vigilan las zonas donde están las vías del tren, están impidiendo que la gente suba, y si lo logra, la bajan. Además, hay redadas incluso en áreas cercanas a los albergues”, indicó Carbajal.

El religioso ironizó: “Nos preocupa que México está haciendo bien el trabajo  que se le ha indicado”, en referencia a las presiones que EE. UU. ha ejercido sobre ese país y Centroamérica para disminuir la migración irregular.

Para evitar la acumulación de menores por repatriar, México incluso no respetaría los protocolos internacionales para el traslado de estos, que debería ser antes de  las 18 horas. “Nos preocupan los horarios que están usando para deportar a los menores, niños, niñas y adolescentes, que han venido a las 10, 11 y 12 de la noche”, denunció Carbajal.

Alejandra Gordillo, secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua), denunció que autoridades  mexicanas efectúan operativos en restaurantes, comedores y hoteles donde indocumentados se hospedan.

DESCARGA- Vea el PDF de la travesía peligrosa para los migrantes.

Añadió que al techo de los trenes les han hecho curvaturas para evitar que los migrantes suban, con lo cual  el riesgo de que caigan es mayor.

Los números

Las cifras también explican    el aumento de los controles migratorios por México.

Fernando Lucero, portavoz de la Dirección General de Migración (DGM), informó que en el 2014 ingresaron 450 vuelos procedentes de Arizona y Texas, con  51 mil 157 deportados, núemro que superó solo por 936 al del 2013. Pero  se interrumpió la tendencia de los dos años previos, cuando las deportaciones rebasaron en más de 10 mil a las del año anterior.

Desde México, en cambio, comentó el funcionario, se contabilizan este año 44 mil 320 expulsados, 50 por ciento más que en el 2013, cuando se registraron 28 mil 598.

En total, en  el 2014 hubo 95 mil 477 deportaciones, 15 mil 658 más que en el 2013. Ese monto incluye ocho mil 846 menores de edad, más de cinco mil mujeres y 32 unidades familiares con 46 hijos.

Hablan los afectados

Las historias de decepción y drama se encuentran con cada deportado con quien se habla. Lucero recuerda la historia de un hombre de unos 50 años que perdió sus ahorros, unos US$50 mil de 16 años de trabajo duro en EE. UU., en el colchón del cuarto del apartamento donde vivía.

“Los migrantes sienten miedo de depositar su dinero o salir a la calle. Recuerdo que él lloraba amargamente”, contó Lucero.

Ayer arribó en el vuelo 450 de Brownsville, Texas, Ricardo López Godoy, de 63 años. Comentó que durante dos décadas vivió y ahorró en Nueva York. Luego regresó a Guatemala, donde montó un negocio,  pero al poco tiempo lo cerró porque pandilleros lo comenzaron a extorsionar. Buscó volver al norte, pero fue capturado.

“Lo tengo que intentar de nuevo, para rehacer todo lo que había logrado”, comentó  López con preocupación.

 Jaime Vidán Escobar es un joven de 19 años, de una aldea de Jalpatagua, Jutiapa. Después de haber sido registrado por Migración contó lo difícil que fue su trayecto por México y todo lo que le pagó a un coyote.

“Gasté Q23 mil para el viaje. Tuve que vender un terreno que tenía en mi aldea. No sé si vale la pena intentarlo de nuevo. La vida aquí es difícil, pero ya me di cuenta de que cruzar a EE. UU. también es muy peligroso. Estuve dos noches en el desierto, y me dio mucho miedo”, indicó.

“Pasando el río, como a 10 metros de la frontera, me capturaron, apenas cinco minutos después.  El coyote  se fugó, y ya no lo volvimos a ver. He gastado más de Q50 mil en las veces que he intentado pasar”, se lamentó Juan Roberto Zacarías, un migrante de Tacaná, San Marcos.

Zacarías ha viajado en dos ocasiones a trabajar a EE. UU., con lo cual logró ahorrar dinero,  pero dos veces lo han capturado y no ha podido regresar a la empacadora de carne donde laboraba. “Lo hago por necesidad y por mi familia”, comentó el migrante.

“Quiero un mejor futuro”

Elías Manuel Vásquez, quien es padre de dos niños de 5 y 7 años, comentó:  “Un amigo de Jalapa me habló de viajar a EE. UU. para trabajar y obtener un mejor futuro. Ahora me arrepiento de la travesía, porque me pude morir. En el desierto pasé cinco días. Creí que sería fácil, pero no fue así”.

“El coyote  nos dejó solos”

La experiencia fue amarga para Carlos Mayén Rodríguez. “Yo adquirí un préstamo de Q25 mil para poder viajar a EE. UU. El coyote que contraté me ofreció dejarme en la puerta de mis familiares en Oklahoma. Sin embargo, en un puesto migratorio de México abandonó al grupo. No lo vuelvo a intentar”, aseguró.

Detenciones

Niños migrantes

En el 2014 se rompió el récord de menores de edad detenidos solos en la frontera sur de EE. UU.

Al término del año fiscal en ese país, el 30 de septiembre, se contabilizaron 67 mil 339 detenciones, de las cuales, 17 mil 57 fueron de niños guatemaltecos. En los primeros dos meses del año fiscal del 2015 —octubre y noviembre— ya habían sido capturados mil 495 infantes guatemaltecos, lo que indica que la migración irregular no se detendrá.

El aumento este año de la migración infantil llevó al Gobierno de EE. UU. a declarar una crisis humanitaria, en la que los menores permanecieron en condiciones insalubres en centros de detención.

El fenómeno propició el endurecimiento de los controles migratorios en México, Guatemala, El Salvador y Honduras, por presión de EE. UU.

Regularización

Esperanza de estatus

Una luz para los migrantes que viven sin documentos en EE. UU. se vio el   20 de noviembre último, cuando el presidente de ese país, Barack Obama, anunció una serie de medidas ejecutivas con el fin de otorgar un permiso de trabajo para tres años a quienes cumplan ciertos requisitos.

Entre los requerimientos fundamentales se encuentra haber ingresado a ese país antes del 1 de enero del 2010 y tener al menos un hijo de nacionalidad estadounidense o sea residente legal.

También deben demostrar su estancia en EE. UU. y no haber cometido faltas graves.

Se calcula que la medida podrá beneficiar a unos 200 mil guatemaltecos, de un total de 11 millones de migrantes que viven sin  estatus legal en aquel país, con miedo a ser deportados en cualquier momento.

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Baja promedio

Aunque a principios de año las deportaciones desde EE. UU. crecían de manera alarmante, desde julio se ha observado descenso del promedio mensual, al extremo de que noviembre cerró con una cifra inferior a tres mil que no se alcanzaba desde enero del 2012.

También el promedio semanal de vuelos procedentes de EE. UU. con deportados refleja disminución, y de recibirse de 12 a 13 cada semana a mediados de año, pasó a ocho y hasta siete semanales.

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