“Esta es una situación que viene desde principios de año. El ministerio no aprueba su propio presupuesto. Tenemos serios problemas de espacio presupuestario; las unidades tienen espacios muy reducidos para seguir operando”, manifestó Mazariegos al finalizar la reunión.

El viceministro afirmó que se presta el servicio “en la medida de las posibilidades”, pero aseguró que no hay recursos para medicamentos, insumos ni equipo.

Para ejemplificar las necesidades, Mazariegos explicó que para el próximo año se proyecta un presupuesto de Q11 mil 400 millones; pero este año solo tienen una asignación de Q5 mil 545 millones, de los cuales Q600 millones era deuda de arrastre que debían pagar.

“Así no se puede pensar en tener resultados muy satisfactorios”, se lamentó.

Ampliación

A pesar de que el viceministro de Salud aseguró que el abastecimiento, aunque escaso, está garantizado hasta agosto, se ha planteado una ampliación presupuestaria de Q880 millones.

“Pensamos seguir operando como se está en la actualidad unos dos o tres meses, pero se está en gestión de una ampliación al presupuesto. Se está trabajando con el Ministerio de Finanzas y también se han tenido reuniones con la Comisión de Salud del Congreso”, explicó.

Agregó que el presupuesto está tan desfinanciado que los recursos serían utilizados en abastecimiento, pero se descuidará la compra de equipo y la infraestructura hospitalaria.

“La situación llegó a tal punto que se está haciendo lo posible para funcionar”, manifestó.

Preocupación

El presidente de la Comisión de Salud del Congreso, Luis Hernández, admitió estar preocupado por la falta de recursos que tiene la cartera, pues no hay insumos ni para material medicoquirúrgico.

Lo más perjudicial, según Hernández, es que aparte de la falta de recursos, los funcionarios de Salud desconocen sobre la funcionalidad del ministerio.

“No saben cuántos hospitales, camas y abastecimiento tienen. Solo en los hospitales Roosevelt y San Juan hay para dos o tres semanas, y ellos no lo sabían”, comentó.

El congresista explicó que los nosocomios Roosevelt y San Juan gastan cerca de Q27 millones mensuales; pero el primero tiene “solo Q13 millones más para funcionar”, y el segundo, Q11 millones. Es decir, que tienen, si mucho, para tres semanas. En el caso de Escuintla, tienen solo para una semana”.

“Lo que me preocupa es que desconozcan la situación real de los hospitales, porque eso impide que se pueda prestar una buena atención. En la citación, los funcionarios reflejaron que no saben cuál es la realidad de la cartera”, enfatizó Hernández.