¿Se está perdiendo la gobernabilidad con la crisis política?
Duarte: La crisis no es nueva, históricamente desde la transición a la democracia ha estado en crisis. En el año 1992, con el presidente —Jorge— Serrano, se da la primera prueba del modelo democrático y desde ese momento Guatemala ha tenido problemas de gobernabilidad, pero esta crisis tiene un componente diferente, y es el papel que ahora tiene la ciudadanía.
Balsells: Estamos viviendo una crisis de legitimidad porque se perdió la legitimidad en las instituciones y en los gestores de gobierno. La corrupción fue la gota que rebalsó el vaso.
Hay un rechazo a la forma de hacer política, al abuso de los diputados y del presidente y su equipo, y por eso hay rechazo al proceso electoral.
¿Ahora cómo está el rumbo del país?
Balsells: Deslegitimado. El Congreso está realizando un proceso de antejuicio contra el presidente. Para la población es una situación muy clara.
Nuestro peor enemigo es que ya no estamos creyendo en ningún proceso institucional, y eso sí es bastante grave.
¿Cómo ven que el presidente se aferre al cargo?
Duarte: El presidente se debe a los guatemaltecos, y no hay sentido para que siga en el cargo, porque ya no tiene legitimidad; las instituciones públicas no tienen ninguna credibilidad.
¿Cómo ven la integración de la comisión pesquisidora?
Balsells: Este Congreso no fue malo, fue pésimo en los tres años y meses que lleva en el cargo. Se reunió solo para conocer el Presupuesto y leyes fiscales mal redactadas. Es disfuncional, corrupto y muy mediocre. Ahora la primera reunión extraordinaria es porque hay un antejuicio contra el presidente. El Congreso es el mejor aliado de la impunidad en estos momentos.
Ahora saldrá Líder diciendo que son de oposición y van a declarar antejuicio porque les interesa ese discurso ante los medios.
Duarte: Yo no puedo esperar algo positivo de un órgano desligitimado en donde Líder necesita recuperar cierta credibilidad que ha perdido en las áreas urbanas.
¿Líder podría decidir el retiro del antejuicio?
Balsells: Por supuesto, porque les conviene, y eso es una preocupación porque el proceso no es legítimo. La comisión debería haber conocido el expediente.
¿Podría incidir el cambio de funcionarios en los próximos meses?
Balsells: Por supuesto, los chapuceos traen esos problemas y, además, todavía no hay un proceso ordenado de transición, no se está preparando esa transición para el presidente electo. A estas alturas ya deberían estar en eso.
Duarte: En el tema de gobernabilidad, no creo; el cambio de gobierno está a la vuelta de la esquina, hay que guardar cierta calma, sería un caos que a poco tiempo del relevo se quiebre la poca institucionalidad país.
