A nivel administrativo resaltan los esfuerzos por establecer un modelo de atención y una propuesta de reforma. Desafortunadamente, esos avances no se reflejan en la realidad que viven miles de personas que acuden diariamente a los hospitales y centros de salud y se topan con la misma escases de recursos que impiden recibir una atención oportuna.
Cristian Álvarez, analista, catedrático de economía y política, y director del Cadep, de la UFM
Se confirma que el ministro no es el adecuado para el puesto y que al presidente no le interesa ser un líder del cambio. Los proveedores de medicinas, los sindicatos y grupos de siempre parecen que poco a poco toman de nuevo el control del ministerio. Las carencias son evidentes, los ojos de la población están pendientes de ver resultados, pues es la principal promesa de campaña y de gobierno, y a la fecha es el ministerio que más desgaste le ha generado al mandatario con sus votantes.
Víctor Gálvez Borrell, director de incidencia pública de la URL
El carácter extremadamente sensible de la salud en cuanto tal, unido a la magnitud de las deficiencias acumuladas en este sector (entre otras causas, producto de su abandono y desatención por años), seguirá provocando altibajos y escándalos periódicos, con fuertes connotaciones mediáticas.
Un mejor balance sobre la recuperación del sistema de salud podrá apreciarse con el paso de los meses. Y ello, siempre que se profundice en el modelo preventivo, en la corresponsabilidad y se mejore la asignación presupuestaria y sobre todo, la eficiencia y la ejecución del gasto, aspectos sobre los que subsisten dudas en la actualidad.
Elena Díez y Juan Alberto Fuentes Knight, del Movimiento Semilla
Aunque en el corto plazo se logró asegurar la oferta de medicamentos en hospitales, la crisis hospitalaria continúa. El sector de la salud permanece sujeto a la inercia y refleja una combinación de incapacidad, desorden y negligencia. El Ejecutivo está impulsando la discusión de una reforma al sector salud.
Se vislumbra el peligro de que sea implementada una nueva estrategia favorecida por empresarios y sus centros de pensamiento, centrada en privatizar servicios de protección social que limitarían aún más el ya precario acceso a la salud, y en confinar al IGSS a que juegue un papel regulador que restringiría la protección social pública a una mínima expresión.
Daniel Pascual, dirigente del CUC
La continuidad de la crisis en el sistema hospitalario es una muestra de la incapacidad del actual ministro. Pero lo más grave es que esa crisis se multiplica muchas veces, más cuando se analiza la situación de los centros de salud y todo el sistema de salud en el área rural.
El mantener la precariedad es en preparación de un proceso de privatización de lo poco que queda en salud. También es preocupante que se haya negociado suspender la interpelación al ministro en un momento en que continúa la crisis del sistema de salud.
Alejandra Contreras, investigadora de ICEFI
La crisis de salud sigue siendo uno de los principales retos y fuente de demandas de la ciudadanía. Con respecto al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), aun cuando la atención se ha centrado en la crisis hospitalaria, se necesita reconocer que los servicios que prestan los puestos y centros de salud experimentan condiciones igualmente precarias.
La solución a estos problemas supera los seis meses; no obstante, la gestión ha mostrado poca claridad en términos de contar con un plan sanitario con metas específicas que permita dar conocer a la ciudadanía las acciones clave, los plazos y el financiamiento para afrontar la crisis.
Adicionalmente, se han tenido acciones como la recepción de donaciones, que resultan paliativos y no soluciones de largo aliento. Aun cuando el ministerio de forma positiva ha presentado el «Modelo de Atención del Primer Nivel», se percibe poca articulación entre dicha propuesta y la «Estrategia Nacional para la Prevención de la Desnutrición Crónica», con el objetivo de favorecer la coordinación de acciones.
Dentro del presupuesto abierto se avizora de forma optimista el planteamiento de un incremento de Q1 mil 287.4 millones para 2017 en el MSPAS; no obstante, los cuerpos técnicos requieren afrontar problemas inmediatos para los cuales su accionar se percibe letárgico: mejora de procesos de compra de medicamentos e insumos, transparencia en la contratación del recurso humano, información oportuna y planificación de corto y mediano plazo, con identificación clara de fuentes de financiamiento.
Para coadyuvar en estos aspectos, el MSPAS está obligado a revisar procesos internos que identifiquen cuellos de botella y que guíen la implementación de gestiones legales o administrativas que faciliten la prestación de servicios.
Como aspecto sobresaliente se tiene el lanzamiento de un proceso de reforma del sector salud, el cual si bien se reconoce como estratégico y prioritario, lamentablemente ha tenido muy poca difusión y debate con la ciudadanía.
No obstante, el MSPAS ha habilitado espacios de participación, a través del sitio Web o de convocatorias a través de los consejos de desarrollo, la información y aportes son todavía restringidos; al respecto es necesario un proceso nacional, amplio y representativo de consulta, pues además de los servicios que presta el MSPAS, se aborda el papel del IGSS y las municipalidades en la prestación de servicios del sector y la configuración del financiamiento.
Esto plantea además un debate sobre la seguridad social en el país y las posibilidades reales para un proceso de descentralización, frente a la debilidad institucional y de transparencia de los gobiernos locales.
