En la subestación 23-11 de la Comisaría 23, en Chiquimula, los efectivos comentaron que no cuentan con servicio de energía eléctrica para cargar los celulares, carecen de un lugar adecuado para bañarse y los servicios sanitarios están en mal estado. “Es vergonzoso trabajar en estas condiciones, no hay suficientes unidades para prestarle el servicio a la población cuando lo requiere, ya que varias unidades están descompuestas”, afirmó un efectivo.
Esa queja se repite en muchas otras sedes. En Jalapa, de los 216 policías asignados a la Comisaría 22 solo tres cubren el turno en las subestaciones.
A los agentes de Escuintla les faltan 200 armas para que todos tengan cómo accionar.
Desde hace varios días en Santa Rosa no funciona el equipo de comunicación que tienen los policías. Cuando surge una emergencia no hay cómo contactar a los elementos, señala uno de ellos. En ocasiones los llaman a los celulares, pero como no tienen saldo, no pueden devolver la comunicación.
En Retalhuleu los agentes reúnen la cuota que les cobran por extraer la basura y sus vehículos están deteriorados.
En la aldea San Gaspar Vivar, Sacatepéquez, no brindaron información sobre el personal y equipo policial a cargo. Se indicó que remozarán la sede.
La gobernadora departamental, Teresa de Jesús Chocoyo Chile, refirió que las condiciones de los policías no son las ideales, y afirmó que serán mejoradas.
En occidente
Los 700 agentes designados a Quiché no se dan abasto para proporcionar seguridad a los 650 mil habitantes del departamento. Algunos afirmaron que la fuerza real es de 300.
En ese lugar los efectivos compran sus uniformes a Q350. La mayoría los encargan donde les cobran menos.
Después del terremoto del 7 de noviembre último, las condiciones de los agentes de San Marcos van de mal en peor. Solo tienen 60 autopatrullas y dos unidades motorizadas para hacer su trabajo, lo que es insuficiente.
“Las condiciones en que se vive y trabaja en la comisaría son aceptables, mejorarlas no está de más, pero con lo que contamos hasta el momento el trabajo de servicio a la población se puede hacer”, explicó el comisario Jorge Pérez, de Quetzaltenango.
Datos
725 sedes hay en el país —comisarías, estaciones y subestaciones—.
24 horas de servicio se distribuyen en tres turnos.
Q4,454 mensuales gana un agente —base de Q2 mil 354 más bono—.
Policías declaran
“Para comunicarme compro tarjetas telefónicas, a falta de radiotransmisores”.
Jalapa
“Cada vez que llueve nos las ingeniamos para defendernos de las goteras”.
Sololá
“Hay compu, pero no hay papel, ni impresora, para los oficios”.
Huehuetenango
“No hay dinero para comprar combustible, repuestos o llantas”.
Jutiapa