En diversas ocasiones los funcionarios del Ministerio de Educación (Mineduc) han sido cuestionados por diputados del Congreso de la República por no haber aprovechado los últimos dos años de pandemia, mientras los estudiantes no acudieron a las aulas, para remozar las escuelas que tenían daños en su infraestructura.
En intervenciones públicas, tanto el presidente Giammattei como la ministra de educación, Claudia Ruiz, han dicho que la inversión en infraestructura educativa permitirá que los estudiantes retornen a las clases con medidas de bioseguridad.
Sin embargo, los reportes contables muestran que el gobierno no ha ejecutado con celeridad el presupuesto del que dispone para mejorar la infraestructura de escuelas y prueba de ello es que este año arrancó con 8 mil 945 escuelas que necesitan reparaciones en techos, baños, agua, piso, ventanas, muros o que no cuentan con agua y saneamiento, según información que la Dirección de Planificación Educativa compartió a diputados del Congreso de la República.
Se consultó con el Mineduc cuáles han sido las dificultades para acelerar la ejecución de estos recursos en favor de la matrícula estudiantil, pero no respondió las consultas. Por su parte, el gobierno solo se limitó a responder que el presidente “recibe constantemente informes de los avances de dichos proyectos. De esta cuenta, la información que él traslada a la población ha sido previamente verificada por su gabinete de gobierno”.