BBC NEWS MUNDO

La fascinante historia del hombre que desde un barco ayudó a encontrar una cura contra el escorbuto

Al británico James Lind se lo recuerda como el hombre que ayudó a conquistar una enfermedad devastadora. Su experimento a bordo de un buque naval en 1747 mostró que las naranjas y los limones podían curar el escorbuto.

Los experimentos de James Lind con cítricos fueron de los primeros ensayos clínicos reportados en la historia de la medicina. INSTITUTE OF NAVAL MEDICINE

Los experimentos de James Lind con cítricos fueron de los primeros ensayos clínicos reportados en la historia de la medicina. INSTITUTE OF NAVAL MEDICINE

¿Por qué la Marina Real de Reino Unido, que celebró el tricentenario del nacimiento de Lind el pasado 4 de octubre, tardó casi medio siglo en actuar tras su descubrimiento?

Para los marineros del siglo XVIII sufrir una enfermedad durante esos largos viajes en barco podía ser más peligroso que el mismo enemigo.

Una expedición británica contra propiedades españolas en el Océano Pacífico en la década de 1740 perdió a 1.300 hombres de un total de 2.000 debido a las enfermedades.

Su comandante, George Anson, dijo que “casi toda la tripulación” estaba afectada por síntomas atribuibles al escorbuto como la “exuberancia de carne fungosa, encías pútridas y espantosos horrores”.

Muchos marinos sufrían un “extraño abatimiento del espíritu” y permanecían inmóviles, mientras otros que “decidieron salir de sus hamacas, murieron antes de lograr alcanzar la cubierta”.

La enfermedad era un tormento frecuente para los marineros y contra ella se intentaron varios tratamientos.

El explorador británico James Cook recomendaba malta y chucruto col agria, mientras otros optaban por el “elixir de vitriolo” (una solución diluida de ácido sulfúrico), hacían sangrías y aplicaban pasto en la boca del paciente para contrarrestar los “malos atributos al aire del mar”.

Pero dentro de este abanico de imaginativos remedios, algunos resultaron ser efectivos.
Los marineros que comían ratas estaban protegiéndose sin darse cuenta, ya que el animal sintetiza su propia vitamina C.
Algunos ya habían sugerido los cítricos (otra fuente de vitamina C) como posible cura.

  • ¿Qué vitaminas sirven en qué casos?

El explorador Sir Richard Hawkins describió en 1622 que “los limones y las naranjas ácidos” eran “muy fructíferos”.
“Me gustaría que un hombre culto escribiera sobre ello”, añadió.

Más de un siglo después, un hombre culto cumplió ese deseo, al escribir un texto que le garantizaría un lugar en la historia de la ciencia.

James Lind era el hijo de un comerciante de Edimburgo, Escocia, y se unió a la Marina Real como asistente del médico principal a finales de la década de 1730.

Sus servicios le permitieron observar los efectos del escorbuto de primera mano.
En 1747, a bordo del buque HMS Salisbury, llevó a cabo uno de los primeros ensayos clínicos controlados en la historia de la ciencia médica.

Tomó a 12 hombres que sufrían síntomas similares, los dividió en seis parejas y los trató con remedios sugeridos por autores previos:

  • un cuarto de sidra al día
  • 25 gotas de elixir de vitriolo, tres veces al día
  • media pinta de agua del mar al día
  • una pizca de pasta de ajo, semillas de mostaza, rábano picante, bálsamo de Perú y resina de mirra, tres veces al día
  • dos cucharadas de vinagre, tres veces al día
  • dos naranjas y un limón

Al final de la primera semana, aquellos que se habían tratado con los cítricos se encontraban lo suficientemente bien como para cuidar del resto.

Su “Tratado sobre el escorbuto” contenía una revisión de la literatura existente sobre la enfermedad y apareció en 1753, cuando Lind ejercía como médico en Edimburgo.

Él se enorgullecía de haber conquistado una enfermedad que “durante la última guerra, resultó ser un enemigo más destructivo, y acabar con más vidas valiosas, que los esfuerzos conjuntos de los ejércitos franceses y españoles”.

Pero no fue hasta 42 años después que el Almirantazgo británico dio la orden de que se distribuyera jugo de limón entre los marineros.

Los historiadores todavía debaten por qué no se actuó antes en base a los descubrimientos de Lind.
__________________________________________

¿Qué es el escorbuto?

  • Una condición causada por falta de vitamina C
  • La mayor parte de los animales pueden producir vitamina C en sus cuerpos, pero no los humanos, los monos ni los cuyos
  • La falta de vitamina C implica que el colágeno, una proteína que se encuentra en tejidos como la piel, no se pueda sustituir, lo que produce la ruptura de los tejidos
  • Una dieta sin vitamina C podría causar síntomas de escorbuto en solo cuatro semanas
  • Los pacientes adultos pueden sufrir fatiga, sangrado de encías, dolor de articulaciones, falta de aire, problemas de cicatrización y problemas de corazón potencialmente mortales
  • La guayaba, los chiles y los pimientos rojos contienen tanta vitamina C como los cítricos

(Fuente: Asociación Británica de Dietistas)

Jane Wickenden, del Instituto de Medicina Naval de Reino Unido, dice que esto se debió en parte a que el tratado de Lind no llegaba a conclusiones claras.

“La descripción del experimento solo ocupa cuatro páginas. Las 450 restantes hablan de otros tratamientos, como al aire fresco y el ejercicio””, afirmó Wickenden.

Se añadía a la confusión la existencia de otros tratamientos rivales, como el chucrut y la malta, defendidos por el Capitán Cook.

“El Capitán Cook se promovía a sí mismo de una forma que Lind no hacía. Viajó por todo el mundo y tenía el favor del Almirantazgo”, añadió Wickenden.

Pero el tratado de Lind circuló ampliamente. Tras la publicación de la primera edición, Lind fue nombrado médico jefe del Hospital Real de Haslar en Hampshire, Inglaterra.

Luego hubo otras ediciones del libro, así como traducciones al francés y al alemán.

En 1795, un año después de la muerte de Lind, el Almirantazgo finalmente aceptó las recomendaciones de sus propios médicos y aprobó que fuera obligatorio llevar jugo de limón en todos sus barcos.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de la armada, los brotes de escorbuto siguieron afectando a los navegantes.

“No se daban cuenta de que el poder de los limones para contrarrestar el escorbuto se reducía con el almacenamiento y también con algunos métodos de conservación que se usaban, como hervir el jugo, lo cual destruye la vitamina C”, explicó Wickenden.

La sugerencia de Lind de que el poder de los limones estaba en su acidez llevó al Almirantazgo a utilizar limas más baratas procedentes de una nueva plantación británica en el Caribe, en la década de 1860.

El fruto, con la mitad de contenido de vitamina C que los limones, era menos efectivo en la prevención de la enfermedad.
Fue décadas después, en 1928, cuando se identificó la vitamina C.

Pero en la Marina Real, Lind recuerda como un héroe.

“Lind realizó lo que se considera el primer ensayo clínico y es percibido como el padre de la medicina naval”, dijo Wickenden.

Ahora, un limonero adorna el escudo oficial del Instituto de Medicina Naval, localizado cerca del hospital en el que trabajó Lind.

ESCRITO POR:

ARCHIVADO EN: