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2005: cardenal Ratzinger se convierte en nuevo Papa

Fue noticia un día como hoy 19 de abril de 2005, la elección del Cardenal alemán Joseph Ratzinger como el nuevo Pontífice de la Iglesia Católica. Tomó el nombre de Benedicto XVI.

Benedicto XVI saluda desde el balcón de la Basílica de San Pedro al ser presentado como nuevo Pontífice. (Foto: AFP)

Benedicto XVI saluda desde el balcón de la Basílica de San Pedro al ser presentado como nuevo Pontífice. (Foto: AFP)

Miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro recibieron con gritos y aplausos la elección del nuevo Papa, al producirse la tradicional fumata blanca.


El tan esperado “Habemus Papam” —Tenemos Papa— anunciado por el cardenal protodiácono Jorge Arturo Medina Estévez, precedido por el tañir de las campanas del Vaticano, fue recibido con algarabía y expectación por la multitud que se concentraba en la Plaza de San Pedro.

La noticia se dio casi una hora después de la aparición de una columna de humo blanco, a las 17.50 horas —9.50 horas en Guatemala—, la gente recibió la visión con sorpresa, porque esperaban que la fumata saliera tras la segunda votación de la tarde, y no en la primera.

“¡Es blanco!”, gritaban algunos. “¡No, negro!”, decían otros. ¿Por qué no suenan las campanas?, era la gran interrogante. Y es que sabían que el tañido confirmaría lo que el humo no decía.

Casi 20 minutos después de que la humareda apareciera por la chimenea, la campana de la Basílica de San Pedro confirmaba que había llegado el momento de saber quién era el Pontífice número 265 de la Iglesia Católica.

La muchedumbre explotó en una gran ovación y se dirigió hacia la parte de la plaza más cercana a la basílica, todos corrían de un lado a otro, lo que se vivía era una verdadera locura.

Casi una hora después del comienzo de la humareda, se abría la ventana del palacio apostólico que da a la Plaza de San Pedro, y donde el cardenal Medina Estévez, de origen chileno, anunció al mundo el nombre del Papa.

No tenía prisa y pausadamente declaró que se había llevado a cabo la elección del nuevo pontífice. La ansiedad crecía en la plaza hasta que, finalmente, pronunció el nombre de Joseph, en ese instante ya todos sabían quien era el nuevo Papa. Minutos después, Ratzinger, hasta ese entonces decano del colegio cardenalicio, apareció en el balcón, revestido con el atuendo papal.

Muchos gritaban y aplaudían, mientras otros se miraban desconcertados, negándose a creer lo que escuchaban. “Se rompió la tradición”, dijo una española que estaba en la plaza; “entró papable y salió Papa”.

“¡Bendecido!”, “¡aleluya!”, gritaban algunas personas, mientras un aplauso ensordecedor daba la bienvenida al nuevo Papa, Benedicto XVI.

Algunos religiosos y devotos que estaban en la plaza se mostraron satisfechos con la elección y reconocían en la nueva autoridad la continuidad del pontificado de Juan Pablo II.

Otros no estaban tan contentos, querían un Papa latinoamericano o más progresista que pudiera hacer los cambios que, según ellos, la Iglesia necesita.

Mientras Ratzinger daba su primer discurso, las personas le gritaban y aplaudían emocionadas. Nadie quiere perderse ningún detalle.

Con maleta en mano, los sacerdotes guatemaltecos Élmer Aurelio Son y Bonifacio Velásquez no salían de su asombro por la suerte que tuvieron de estar en la plaza durante el histórico anuncio. “Venimos del aeropuerto directamente para acá, y cuál es nuestra sorpresa de poder ver al nuevo Papa. Estamos felices, porque va a continuar con el trabajo de Juan Pablo II”, manifestó Son.

Significado

Los nombres de los papas tienen una connotación religiosa o son homenajes a antecesores. Benedicto es de origen latino, y significa “bendito”. Onomástica: 29 de junio.

Se identifica con Benedicto XV, férreo defensor de la Iglesia durante el gobierno fascista de Benito Mussolini. Otras versiones señalaban que habría escogido el nombre por el “Benedictus”, un himno muy trascendental en la Iglesia.

 

Presentación de Benedicto XVI como Pontífice de la Iglesia Católica. (Video: tomado de Youtube)

Primeras frases

  • Estas fueron las primeras palabras pronunciadas por el nuevo Papa Benedicto XVI, desde el balcón de la Basílica de San Pedro, antes de impartir su bendición Urbi et Orbi, a la ciudad y al mundo.
  • “Queridos hermanos y hermanas, después del gran Papa Juan Pablo II, los cardenales me han elegido, un sencillo y humilde trabajador en la viña del Señor”.
  • “Me consuela el hecho de que el Señor puede trabajar y actuar incluso con medios insuficientes, y por encima de todo me encomiendo a las oraciones de ustedes”.
  • “En la alegría del Señor resucitado, confiando en su ayuda permanente, seguimos adelante. El Señor nos ayudará, y María, su madre santísima, está con nosotros”.


Júbilo en Guatemala

Con júbilo y alegría recibió el pueblo católico de Guatemala la elección del nuevo Papa, Benedicto XVI, en cuyo proceso participó el hoy fallecido cardenal Rodolfo Quezada Toruño, Arzobispo Metropolitano.

En el trabajo, hogares, negocios y la calle, los guatemaltecos recibieron con gran satisfacción la noticia de la elección del Pontífice 265 de la historia.

Luego de conocerse el hecho, la Iglesia guatemalteca convocó a una misa de acción de gracias en la Catedral Metropolitana, adonde acudieron decenas de personas para elevar una oración por el Papa Benedicto XVI.

“Agradezcamos a Dios la elección del nuevo Papa y pidamos que toda la Iglesia se mantenga unida”, expresó al iniciar la misa monseñor Mario Ríos, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Guatemala.

Ríos resaltó que pese al dolor de los fieles por la muerte del Papa Juan Pablo II, celebran la llegada del nuevo jefe de la Iglesia.

“La muerte del Papa Juan Pablo II no es el acabóse de la Iglesia, pues fue construida para gente de todos los tiempos (…), por eso nos alegramos inmensamente de que la Iglesia tenga al sucesor de Pedro en plena función”, expresó. El sacerdote José Luis Colmenares leyó la biografía del nuevo Pontífice.

Monseñor Ríos exhortó a los fieles a orar por el Vicario de Cristo para que desempeñe bien su misión. La misa finalizó con aplausos de los asistentes.

Por la mañana, monseñor Ríos trasladó la noticia a todos los sacerdotes de la Arquidiócesis de Guatemala que se encontraban reunidos en un retiro.

Indicó que Joseph Ratzinger no debía considerarse un Papa de transición, “porque sólo el Señor sabe cuánto vamos a estar”.


Breve pontificado

Como un balde de agua fría recibieron los católicos de todo el mundo la noticia de la renuncia de Benedicto XVI al Pontificado, anunciado por él mismo el 11 de febrero de 2013 tars casi 8 años al frente de la Iglesia Católica. 

El pontífice será recordado por su férrea defensa de la ortodoxia católica y como un tradicionalista que trató de reconciliar al mundo de la fe y de la razón en una Iglesia confrontada a numerosos escándalos, como el de la pederastia. Benedicto XVI explicó que la decisión la tomó por motivos de salud. 

La sede del papado quedó vacante efectivamente el día 28 de febrero de 2013 cuando Benedicto XVI dirigió su último mensaje y bendición desde la residencia de Castelgandolfo. “Ya no seré papa… soy simplemente un peregrino que inicia la última etapa de su peregrinación por esta tierra”, dijo Joseph Ratzinger en su discurso y desde ese entonces ostenta el título de “papa emérito” dedicándose a la oración y a la contemplación dentro de los muros de la Ciudad del Vaticano.  

Semanas después, el 13 de marzo fue electo su sucesor, el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, hoy Papa Francisco.

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