Como lo escribió el general Charles de Gaulle, jefe de la Francia Libre, en sus Memorias de Guerra: “De un extremo del mundo al otro, los cañonazos del armisticio están recibidos, por cierto, con un alivio inmenso, ya que la muerte y la miseria se alejan, pero lo son sin exageración, pues la lucha fue manchada por crímenes que avergüenzan el género humano”.

Después de esta guerra causada por ideologías imperialistas y racistas, la opinión pública mundial reclamó la promoción de nuevas ideas e instituciones que puedan garantizar una paz duradera.

Con este objetivo se reunieron, el 16 de noviembre de 1945, en Londres, los representantes de 37 países, para firmar la Constitución de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO por sus siglas en inglés. El preámbulo de la Constitución expresa: “Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz”.

Este organismo de las Naciones Unidas tiene como meta construir la paz en la mente de los hombres mediante la educación, la cultura, las ciencias naturales y sociales y la comunicación. Sus valores fundamentales se basan en los derechos humanos y la democracia.

Promueve la colaboración entre los pueblos, apoyando a los Estados en la vía del desarrollo sustentable. En el campo escolar, el énfasis es puesto en la educación primaria y básica libre y gratuita, en un mundo donde 770 millones de adultos son analfabetas.

Para la conservación

Una famosa iniciativa de la UNESCO es la lista de destacados sitios culturales y naturales, así como de obras culturales orales e inmateriales, que conforman el Patrimonio Cultural de la Humanidad.

La Lista del Patrimonio Mundial, reexaminada cada año, fue concebida originalmente en 1978; no obstante, la proclamación de las obras maestras orales e inmateriales sólo data de noviembre de 2005. No se olvidan los tesoros de los archivos escritos, sonoros, cinematográficos y televisivos, que dieron lugar a la creación del Programa Memoria del Mundo, en 1992.

La organización internacional demuestra una intensa y continua actividad para valorar y proteger lo mejor de la Humanidad. Recientemente se adoptó, por ejemplo, la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, y se está promoviendo la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático.

Por lo regular, la UNESCO es un lugar de provechosas reflexiones. Por ejemplo en 2005, se realizó un foro sobre el Patrimonio Mundial, donde se estimó que “preservar los edificios y monumentos históricos, alterando al mismo tiempo su entorno urbanístico conduce a que éstos pierdan su significado y, probablemente, gran parte de su valor”. Este comentario tiene mucha relevancia hoy en día.

La Conferencia General de la UNESCO reúne a los representantes de los 195 Estados miembros, define la orientación general de la organización, designa al director general (actualmente, la búlgara Irina Bokova) y elige a los 58 miembros del Consejo Ejecutivo.

La primera Conferencia General fue organizada en noviembre y diciembre de 1946 en París, donde la UNESCO sigue teniendo su sede. La Conferencia actúa un poco como el “consejo de administración” de la organización. Los dos idiomas de trabajo principales de la entidad internacional son el inglés y el francés; sin embargo, el español, el ruso, el árabe y el chino son también idiomas oficiales.

Retos y dificultades

Por supuesto, la UNESCO, como organismo internacional y dedicado a los valores del espíritu, no pudo evitar atravesar momentos de tensión, especialmente en el siglo 20, caracterizado por fuertes luchas ideológicas. En 1956, la República Sudafricana se retira de la organización, por “ingerencia en los problemas raciales” del país.

En 1984 sucede la crisis más grave de la historia del organismo: los Estados Unidos abandonan la UNESCO, denunciando su politización (y especialmente su “hostilidad endémica hacia las instituciones en las cuales se basa una sociedad libre”) y sus problemas de gestión.

En 1985, el Reino Unido y Singapur se retiran a su vez. Para la UNESCO, la crisis política se vuelve financiera. No obstante, el gobierno británico reintegra su país en 1997, y los Estados Unidos regresan en 2003.

Guatemala tiene una fuerte relación con la UNESCO. Ingresó el 2 de enero de 1950, y firmó la Convención sobre el Patrimonio Mundial el 16 de enero de 1979. En 1996, una oficina de la UNESCO, de cobertura nacional, fue establecida en Guatemala ; antes, el organismo estaba representado sólo por una extensión de la oficina de Costa Rica.

En los últimos años, la UNESCO ha aportado varios millones de dólares, en el marco de la ayuda técnica. Guatemala cuenta con cuatro maravillas del Patrimonio Mundial: el Parque Nacional Tikal (patrimonio cultural y natural, inscrito en 1979), la ciudad colonial de Antigua Guatemala (patrimonio cultural, inscrito en 1979), el sitio maya de Quiriguá (patrimonio cultural, inscrito en 1981), y como patrimonio cultural inmaterial: el ballet-drama del Rabinal Achí , la lengua, danza y música garífuna y recientemente la Ceremonia de la Paach.