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Los terremotos de 1917 y 1918 según la prensa

En el centenario del terremoto que ocurriera el 25 de diciembre de 1917 recordamos este artículo publicado en Prensa Libre el 30 de diciembre de 1972 informando sobre las noticias que los diarios de esa época generaron sobre dicha catástrofe.

Las tumbas del Cementerio de General fueron destruidas y varios restos humanos quedaron expuestos, como se aprecia en la gráfica. (Foto: Hemeroteca PL)

Las tumbas del Cementerio de General fueron destruidas y varios restos humanos quedaron expuestos, como se aprecia en la gráfica. (Foto: Hemeroteca PL)

Cien mil habitantes tenía la capital de Guatemala para los terremotos de 1917-18, que dejaron en ruinas la ciudad, con pérdida de vidas y bienes materiales, cuya cuantía no se conoció, talvez por falta de datos precisos o por una diferente manera de tratar la noticia en los periódicos de la época.


Aunque los datos dan cuenta de la magnitud del desastre en cuanto a destrucción de edificios, templos católicos y viviendas, no se pormenoriza sobre aspectos que la prensa de nuestros días lleva hasta los lectores con la más absoluta fidelidad.
Reproducción de la edición del Diario de Centro América del 2 de enero de 1918, primera después del fatídico terremoto. (Foto: Hemeroteca PL)

El Diario de Centro América, dañado su edificio de la 8a. calle oriente número 3, reanudó sus ediciones en formato menor, el dos de enero de 1918, luego de un receso de más de ocho días.

Se instaló el periódico en el segundo patio del Instituto Nacional Central para Varones, 9a. avenida, desde donde con escasos recursos técnicos en cuanto a talleres se refiere, se editó una hoja que dio cuenta del suceso. 

“Nuestra hermosa y amada capital no es ya sino una inmensa extensión desierta, tristemente sembrada de ruinas, muros agrietados, paredes a medio caer, escombros…” Decía un marginal con el título de Duelo nacional. 

Uno de los campamentos de la Cruz Roja, bajo patrocinio estadounidense, que dio alimentación gratuita por espacio de seis meses. Estaba en los llanos de Tívoli, hoy zona 9. (Foto: Hemeroteca PL)

El primer comunicado del gobierno, firmado por el presidente Manuel Estrada Cabrera, decía: “Conciudadanos: Ha llegado una de las horas supremas en que deben ponerse a prueba el valor y la prudencia, la resolución y el patriotismo que os animan, cualidades que si en las circunstancias ordinarias de la existencia habéis poseido siempre, hoy con mucha más razón deben dominaros ante el inaudito infortunio de que han sido víctimas algunos pueblos de la república enre los que se halla nuestra amada capital derruida por los movimientos sísmicos que nunca podremos lamentar lo bastante”. 

Las arcadas del Portal de Comercio quedaron destruidas. A la izquierda la Plaza d Armas, donde acamparon cintos de familia, al fondo el Colegio de Infantes, costado de la Catedral. (Foto: Hemeroteca PL)
Noticias

Las informaciones dan cuenta sobre la prohibición para la venta de licores, así como para caminar por las calles de la ciudad derruida, después de las 9 de la noche.

“Al puerto de San José arribó el crucero Cincinati, que fue el primer contacto de los Estados Unidos con Guatemala y el cual venía bajo la comandancia de F. H. Brumbi, con un cuerpo de médicos y técnicos que llegaban al país para conocer los daños e informar a su gobierno para la ayuda correspondiente”. 

La iglesia del Cerrito del Carmen fue seriamente afectada por los terremotos de 1917-18. (Foto: Hemeroteca PL)

Se hace observar que como ocurre casi siempre en esos casos, se registran situaciones irregulares aún en las horas de tribulación, pues informan los periódicos de la época que en la repartición de víveres a los damnificados, se registraban abusos por los distribuidores, quienes se apropiaban de los mismos.

Ante esa situación el presidente Estrada Cabrera dispuso concentrar la repartición en locales del gobierno La Palma, su residencia particular (hoy zona 5) donde bajo su propia supervisión se efectuó la asistencia a los damnificados.

Desde la emergencia con el primer terremoto el 25 de diciembre de 1917, la gente abandonó sus casas, en el caso de que aún estuvieran en pie y se refugiaron en los campamentos ubicados en el propio parque central, la plazuela del teatro Colón, Candelaria, San José, Hipódromo del Norte, campo de Marte, Llanos de Palomo, El Amate, Jocotenango, Llano del Cuadro, potrero de Corona, El Terrado, La Urbana, Cantón Aduana y muchos otros lugares.

La vieja Plaza de Toros de la época colonial estaba ubicada en la actual plazuela Barrios. La foto ilustra el estado en que quedó y por lo cual tuvo que ser demolida. (Foto: Hemeroteca PL)

Los sismos que dañaron la ciudad el 25 de diciembre, se repitieron en los días subsiguientes y con mayor intensidad en los primeros días de enero de 1918, cuando terminaron de sufrir daños muchos edificios y templos, entre éstos la Catedral, cuyas torres cayeron a la repetición del fenómeno.

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