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Bombas aterrorizan en Huelga de Dolores de 1956

La Huelga de todos los Dolores, con su tradicional desfile satírico, comparsas e himno de guerra, arribará este viernes de dolores a sus 119 años de existencia.

Portada de Prensa Libre del 24/03/1956 sobre atentado en el desfile bufo. (Foto: Hemeroteca PL)

Portada de Prensa Libre del 24/03/1956 sobre atentado en el desfile bufo. (Foto: Hemeroteca PL)

La Universidad de San Carlos de Guatemala y las diferentes facultades a lo largo de varios años han sufrido incidentes durante el recorrido del desfile bufo, el cual empieza en las instalaciones de la antigua Facultad de Medicina, conocida como el Paraninfo Universitario, pasa por la Sexta Avenida, llega al Palacio Nacional de la Cultura y regresa al lugar de donde salió.

El 15 de marzo 1956, a pocos días del desfile bufo, los estudiantes del comité de la Huelga leyeron un boletín al cual denominaron Te Veum en la 6a. avenida y 8a. calle de la zona 1, a donde acudieron cientos de guatemaltecos.

Varios de los puntos expuestos en el Te Veum fueron bastante aplaudidos y a él asistieron desde alto funcionarios hasta guatemaltecos sin empleo.

La lectura tuvo una duración de 40 minutos, aproximadamente, y por medio de él se dieron a conocer, casos y cosas que se movían en las esferas oficiales y particulares; sin embargo, mucha gente se lamentó de que este acto no estuviera a la altura de otras oportunidades, aunque otros gozaron bastante con las charadas chispeantes y eléctricas, directas e indirectas, políticas e impolíticas.

Los estudiantes dieron a conocer ese mismo día que se estarían presentando en las instalaciones del Cine Lux la tradicional velada.

Atentado terrorista

El 23 de marzo de 1956 más de 30 personas resultaron con quemaduras, algunas de gravedad, al producirse un hecho criminal, el cual causó profunda indignación entre centenares de personas que se encontraban presenciando el paso de la Huelga de Dolores, en la 12 calle entre 2a. y 4a. avenidas de la zona 1.

Los testigos dijeron que tres hombres habían lanzado un artefacto explosivo durante el paso del desfile bufo.

Luego de producirse la explosión de las bombas, el pánico cundió entre los presentes, quienes gritaban “¡Están tirando bombas!”. Esto hizo que el pánico se contagiara y la desbandada creciera en forma alarmante.

Las primeras reacciones de los presentes fue de pánico; luego vieron correr a tres hombres bien vestidos que eran los autores del criminal atentado.

La multitud regresó luego en busca de algún lugar para seguir viendo el desfile. Mientras tanto, personas particulares y agentes de la policía se movían para buscar el traslado de las víctimas al hospital General, al IGSS y a clínicas particulares.

El estudiante Luis Antonio Mérida, de la Facultad de Derecho, fue auxiliado por dos compañeros que lo introdujeron en un vehículo y lo trasladaron a la clínica del doctor Alfredo Gil, debido a que había sufrido quemaduras en el cuello, la cara y las manos.

Cuadro conmovedor

El niño Roberto Arturo Rojas, de apenas 6 años de edad, sufrió quemaduras en la cabeza y lloraba inconsolablemente. Esta era una de las escenas más conmovedoras en la sala de urgencias del Hospital San Juan de Dios.

David Escobar Orellana, quien junto a su esposa y otras personas presenciaban el desfile desde su picop donde explotó una de las bombas, dijo que luego de la explosión en su vehículo escuchó otra detonación. “ Yo creo que fueron lanzadas desde un tejado porque vino desde arriba”, dijo.

Los más graves de este atentado fueron Carlos Enrique Gómez Escobar y Fabián Peralta Romero, y julio Roberto Rivas, con graves quemaduras en el rostro y un 80 por ciento de su cuerpo.

Restos de bomba

En la palangana del picop quedaron los restos de la improvisada bomba de fabricación casera, hecha de bombillas de uso común y, al parecer, el explosivo se formó con una mezcla de fósforo y clorato. Junto al pedazo metálico de la bombilla que quedó se podía observar un material pegajoso y de color pardusco.

El alevosos premeditado y cobarde ataque no logró su propósito de deshacer el desfile, pues este continuó su recorrido sin que a partir de ese desagradable momento se produjera ningún otro incidente.

Se comentaba ese día que la bomba habría salido donde se encontraban los señores José Luis Arenas Barrera, ex diputado de la constituyente; Manuel Orellana Portillo, diputado al Congreso, y Willam Penny, quienes se encontraban muy cerca del atentado observando el paso del desfile bufo.

Carroza trágica

El lanzamiento de las bombas ocurrió en el preciso momento en que llegaba a la esquina de la 12 calle y 3a, avenida una de las carrozas que representaba la causa de los males de Indonesia y exhibía el sombrero del Tío Sam con las barras y las estrellas de la bandera estadounidense y un kepi militar.

La carroza fue alcanzada por la bomba que empezaba a quemarse pero se logró dominar el fuego, resultando quemados varios estudiantes que iban alrededor. Solo uno de los estudiantes heridos fue recluido en una clínica particular, el resto de los heridos fueron trasladados la hospital, mientras los que resultaron con quemaduras muy leves fueron atendidos en una farmacia.

Que se aplique la ley a los responsables del atentado contra la huelga de dolores pidió entonces la Asociación de Estudiantes Universitarios en un boletín en el cual también condenaba enérgicamente el hecho terrorista y que se diera con el paradero de los hombres que no habían sido identificados en su oportunidad.

El jefe de la Guardia Judicial, José Bernabé Linares, dijo que posiblemente los agentes a su cargo no participarían en la investigación del atropello ocurrido durante la Huelga de Dolores, y que se debía a que él mismo pidió a los agentes no acudir a presenciar el desfile, porque algunos eran bien conocidos, y en estas circunstancia podría haber originado un bochinche.

Eduardo Rodríguez Genis, ministro de Gobernación de entonces, dijo que no podía acusar a nadie del hecho, y que en este caso serían los tribunales los que harían la investigación correspondiente.

Este sería uno de tantos incidentes en contra de la Hulega de Dolores, la cual casi llega a 120 años de existencia.

Edición 2010 de la Huelga de Dolores. (Video: Prensa Libre TV)

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