“Ha habido un rebrote de violencia, que hasta ahora había afectado a las zonas apartadas de las principales ciudades. El regreso del terrorismo urbano era solamente una cuestión de tiempo“, dijo Alfredo Rangel, director de la Fundación Seguridad y Democracia.
Aunque el atentado no ha sido reivindicado y las autoridades se muestran prudentes en señalar responsabilidades, este ataque ocurre en un contexto en el que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc, comunistas) , aunque disminuidas con respecto a los años 80 y 90, han aumentado sus acciones, especialmente con el uso de explosivos.
Durante el primer trimestre de 2012, los atentados contra la infraestructura aumentaron 57% con respecto al año anterior y los cierres de carreteras por parte de las guerrillas se incrementaron 400 por ciento, según la Fundación Seguridad y Democracia.