“También es momento de recordar a nuestros amigos caídos en la lucha”, continuó el párroco, quien recordó en voz alta a los 16 miembros de autodefensas muertos este año y a los 40 que están detenidos por su actividad.
La misa, a la que asistieron unas 800 personas, se celebró en un lugar especialmente simbólico: un antiguo santuario de la doctrina pseudorreligiosa que emplea el cartel los Caballeros Templarios, el gran enemigo de las milicias denominadas autodefensas.