“Trágicamente, el hallazgo de cuerpos no es raro en el bosque Aokigahara, conocido por ser el lugar en el que cada año se suicidan entre 50 y cien personas”, consigna un artículo de la BBC Mundo.
En el lugar abundan las historias y mitos sobre las decenas de personas que, abruptamente llegan a la selva, algunas veces en sus propios vehículos, adonde se adentran para ya no regresar jamás.
Tanto es así que cada año se integran brigadas de búsqueda con autoridades y voluntarios que prácticamente peinan el área para recuperar cuerpos y pertenencias para poder identificar a las víctimas.
“En el bosque Aokigahara el viento queda bloqueado por los espesos árboles y la vida silvestre es casi inexistente, lo que lo hace excepcionalmente silencioso, además de que está repleto de cavernas rocosas y heladas”, dice BBC Mundo.
Los senderos y caminos del Aokigahara están llenos de carteles en los que el gobierno local trata de disuadir a los potenciales suicidas, y abundan historias de pobladores y viajeros que han convencido a varios desahuciados que encuentran en el camino de no quitarse la vida.
Los suicidios en Japón son comunes y cada día van en aumento, principalmente entre la población joven y de la tercera edad.
Para algunos expertos, la práctica de suicidarse en el bosque estaría más bien ligada a una de las mayores religiones de Japón, el sintoísmo, cuyo centro de adoración son los espíritus de la naturaleza.
Otro detalle que llama la atención de los expertos es la forma en que se perpetra el suicidio. No hay otras armas más que lazos y algunas veces venenos o sobredosis de drogas.
En tanto, los vecinos y pobladores se lamentan de la fama que ha adquirido el sitio. Ya que es uno de los tantos pulmones verdes de Japón y alberga en su seno maravillas históricas y parajes ideales para la meditación y la quietud.
Los sucesos en el Aokigahara inspiraron la película de terror The Forest, recién estrenada en Estados Unidos, según BBC Mundo.
El Aokigahara compite con otros lugares favoritos para los suicidas, com el puente Golden Gate, en EE. UU.; el Humber, en Inglaterra, o la torre Eiffel en Francia.