“Creo que debemos efectuar una represalia enérgica e inmediata, sin ninguna otra consideración política si Corea del Norte protagoniza cualquier provocación contra nuestro pueblo”, dijo Park.
Su ministro de Defensa, Kim Kwan-jin, precisó que Corea del Sur llevará a cabo, en caso de necesidad, ataques preventivos contra las instalaciones nucleares y militares norcoreanas.
Por aparte, Estados Unidos reiteró que tomaba en serio el discurso bélico de Pionyang aunque recordó que sus amenazas no son algo nuevo.
“Pese a la retórica dura que oímos por parte de Pionyang, no vemos cambios en las posiciones militares de Corea del Norte, como movilizaciones de gran escala ni el posicionamiento de fuerzas”, informó el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
Un nuevo contencioso tiene lugar actualmente en la península coreana desde diciembre último, cuando el Norte llevó a cabo un lanzamiento exitoso de un cohete considerado por Estados Unidos y Corea del Sur como un tiro de ensayo de un misil balístico.
Luego, Pionyang llevó a cabo su tercer ensayo nuclear, desencadenando la adopción a principios de marzo de nuevas sanciones de la Organización de las Naciones Unidas.
Escalada
Corea del Norte anunció en marzo que suspendía el armisticio y los otros tratados bilaterales de paz firmados con Corea del Sur para protestar contra las maniobras militares conjuntas de ese país y Estados Unidos.
El régimen comunista mostró su enfado porque bombarderos estadounidenses B-52 y B-2 surcaran el cielo surcoreano durante vuelos de entrenamiento, y amenazó con atacar las islas estadounidenses de Guam y de Hawái, en el océano Pacífico.
El sábado último, Pionyang afirmó que se encontraba “en estado de guerra” con Corea del Sur. Las dos Coreas están técnicamente en guerra debido a que la Guerra de Corea de 1950-53 terminó con un armisticio, y no con un tratado de paz.
Ayer, un portavoz de las fuerzas estadounidenses indicó que aviones caza furtivos F-22 Raptor llegaron a Corea del Sur para participar en los ejercicios “Foal Eagle”, que durarán hasta el 30 de abril.
Aviones furtivos ya fueron movilizados en el marco de las maniobras que los dos ejércitos efectúan, pero el contexto actual es especialmente delicado con una escalada verbal entre Pionyang, por un lado, y Seúl y Washington DC, por el otro, que los especialistas consideran inquietante.
Desde hace décadas, la península coreana vive regularmente bruscos incrementos de la tensión entre ambos países que terminan por remitir. Por el momento, los expertos descartan tanto un repentino apaciguamiento de la tensión como una guerra abierta que perdería Corea del Norte.