Internacional

¿Diálogo con extremistas? Postura de Trump sobre Afganistán

El presidente de Estados Unidos no retirará la tropa en Afganistán y dejó abierta la posibilidad de diálogo con talibanes, que prometen un cementerio en ese país. 

El presidente estadounidense, Donald Trump, descartó este lunes cualquier retirada de Afganistán, dejando la puerta abierta al envío de más tropa, y reprendió con fuerza a Pakistán por ser “un refugio”  de extremistas.


Donald Trump también se dijo abierto a un diálogo político con los extremistas. “Algún día, después de un esfuerzo militar efectivo, tal vez será posible tener un acuerdo político que incluya a miembros talibanes en Afganistán”, señaló. “Pero nadie sabe si o cuándo ocurrirá eso”.

Su secretario de Estado, Rex Tillerson, corroboró que Estados Unidos está dispuesto a respaldar “sin precondiciones”  negociaciones de paz entre el Gobierno y los talibanes.

Estos últimos no hicieron ningún comentario al respecto.

Los talibanes, en tanto, reaccionaron rápidamente al anuncio y prometieron un “nuevo cementerio”  a los estadounidenses si estos se empeñaban en permanecer en el país.

“Mientras quede un solo soldado estadounidense en nuestra tierra, y sigan imponiéndonos la guerra, continuaremos con nuestra yihad”, amenazaron. Además, reivindicaron el lanzamiento de un cohete que apuntó a la embajada estadounidense en Kabul este lunes.

Expresándose de manera solemne en un discurso de unos 20 minutos, Trump recalcó su convicción de que una retirada precipitada de Afganistán crearía un vacío que beneficiaría a los “terroristas”, tanto de Al Qaeda como del grupo Estado Islámico.

2,400 soldados han muerto en Afganistán desde el 2001


No aportó ninguna cifra sobre las tropas ni ninguna fecha, juzgando que esto podría ser “contraproducente”.

Dieciséis años después del inicio de una gran ofensiva para sacar al régimen talibán del poder en Kabul -y que se ha convertido en la guerra más larga de la historia estadounidense-, la frágil democracia afgana está amenazada por una insurrección desestabilizadora.

“Mi instinto era retirarnos y generalmente suelo seguir mi instinto”, reconoció el mandatario desde la base militar de Fort Myer, cerca de Washington. “Pero las decisiones son muy diferentes cuando uno está en el despacho oval”, subrayó.

Antes de llegar a la Casa Blanca, Donald Trump había mostrado en varias ocasiones su inclinación por una retirada de la tropa de ese país.

Fuentes de la Casa Blanca señalan que Trump ha autorizado al Pentágono a desplegar a tres mil 900 tropas más.

Aunque el alza no es espectacular -Estados Unidos llegó a tener hasta cien mil soldados-, supone un cambio de tendencia con respecto a los últimos años.

El secretario estadounidense de Defensa, Jim Mattis, dijo que consultará al secretario general de la Otán y a los aliados, y aseguró que varios de ellos se habían comprometido a aumentar el número de soldados desplegados.

En una primera reacción, el secretario general de la OTAN, Jens Stolenberg, se congratuló por la medida del presidente estadounidense y afirmó que la Alianza Atlántica no dejará que Afganistán se convierta en un “refugio para terroristas”.

Actualmente hay unos ocho mil 400 soldados estadounidenses desplegados en la zona, como parte de una fuerza internacional de 13 mil 500 tropas.

No es un cheque en blanco 

La estrategia de Trump en el sur de Asia también pasa por recomponer la relación con Pakistán, un aliado histórico que comparte una frontera clave con Afganistán y a quien el mandatario estadounidense reprendió con fuerza.

“Pakistán tiene mucho que ganar si colabora con nuestros esfuerzos en Afganistán. (Pero) tiene mucho que perder si sigue acogiendo a criminales y terroristas”, advirtió.

“Esto tiene que cambiar y cambiará inmediatamente”, reclamó.

De momento, Islamabad no reaccionó a estas declaraciones. Pero el lunes, el ejército paquistaní recordó que Pakistán no albergaba “ninguna estructura organizada de ningún grupo terrorista”.

“Mientras quede un solo soldado estadounidense en nuestra tierra, y sigan imponiéndonos la guerra, continuaremos con nuestra yihad”.


El Pentágono suspendió en julio US$50 millones de ayuda militar, al considerar que Islamabad no está lo suficientemente comprometido para desbaratar la red Haqqani, aliada de los talibanes, instalada a lo largo de la frontera afgano-paquistaní y a la que se atribuye desde hace tiempo estar vinculada al ISI, los servicios secretos paquistaníes.

Pero Trump también lanzó una dura advertencia a Kabul.

20 mil soldados han resultados heridos en Afganistán.


“Nuestro compromiso no es ilimitado, no es un cheque en blanco”, avisó.“El pueblo estadounidense espera ver reformas y resultados reales”.

El presidente afgano, Ashraf Ghani, reaccionó y aplaudió el anuncio de Trump, que refleja, según él, el “compromiso duradero” de Washington en Afganistán.

Cerca de dos mil 400 soldados estadounidenses han muerto en Afganistán desde 2001, y más de 20 mil han resultado heridos. En 16 años, Estados Unidos ha dedicado más de US$110 mil millones a ayudas a la reconstrucción.

ESCRITO POR:

ARCHIVADO EN: