Desde que regresó a la Casa Blanca a finales de enero, el presidente estadounidense, Donald Trump, deporta a migrantes en situación irregular, una de las promesas estrella de su campaña electoral.
En marzo expulsó a El Salvador a más de 250 personas a las que acusa de pertenecer a pandillas.
“Lo digo sin disculparme: estamos buscando activamente otros países para acoger a personas de terceros países“, dijo Rubio durante una reunión de gabinete encabezada por Trump.
“No es sólo El Salvador. Estamos trabajando con otros países para decir: queremos enviarles a algunas de las personas más despreciables a sus países”, dijo.
Dos fuentes al tanto de las negociaciones que pidieron mantener el anonimato dijeron que Ruanda figura entre los países en conversaciones con Washington.
Ese país, uno de los más estables de África, alcanzó un acuerdo con el anterior gobierno conservador de Reino Unido para aceptar a los migrantes deportados a cambio de dinero.