Internacional

Gobierno de México también espió a la oposición

Crece la crítica contra el gobierno de México al conocerse que el oficialismo también espió a sus rivales. 

Programa Pegasus convierte cualquier celular en una máquina de espionaje. (Foto Prensa Libre: EFE)

Programa Pegasus convierte cualquier celular en una máquina de espionaje. (Foto Prensa Libre: EFE)

El escándalo de espionaje en México contra periodistas y activistas de derechos humanos creció este jueves cuando varios expertos confirmaron que miembros de un importante partido opositor fueron blanco de la misma tecnología de punta desarrollada en Israel y vendida exclusivamente a gobiernos.

Después de que surgió el escándalo la semana pasada, el conservador Partido Acción Nacional (PAN) pidió al Citizen Lab de la Universidad de Toronto, una organización que monitorea internet, que investigara los mensajes sospechosos que llegaban a sus celulares. Citizen Lab presentó un informe el jueves señalando que el presidente del PAN, su portavoz y el líder del partido en el Senado fueron blanco del ataque.  

El PAN dijo la semana pasada que sospechaba que sus líderes habían sido objeto de espionaje, después de que varios de ellos recibieron mensajes de texto con enlaces a los mismos dominios utilizados en los intentos de infectar celulares con el software Pegasus de la firma israelí NSO Group.


La compañía dice que solo vende su producto a gobiernos y únicamente para su uso contra delincuentes y terroristas.  

“Este caso deja totalmente claro que NSO se ha utilizado de forma amplia e imprudente contra una parte de la política y la sociedad civil mexicana”, dijo el coautor del reporte John Scott-Railton.

“Una vez más, vemos software de espionaje ’exclusivo para gobiernos’ utilizado para lo que parecen fines políticos”.

El PAN es el partido de los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón. El reporte dice que el líder del Senado Roberto Gil Zuarth recibió tres mensajes en junio del 2016 con enlaces diseñados para instalar de forma desapercibida el software Pegasus de NSO en su celular.  

“Conforme siguen apareciendo casos, está claro que este no es un caso aislado de uso indebido, sino una operación continuada que duró más de un año y medio”, añadió. John Scott-Railton, coautor de reporte.


Como en otros intentos contra periodistas y defensores de derechos y de los consumidores, los mensajes intentaban llamar la atención de las víctimas con cebos como un artículo que les mencionaba o la afirmación de que un amigo o conocido había muerto. En el caso de Gil Zuarth era sobre un artículo que lo mencionaba. Otro era sobre un deceso.  

El presidente panista Ricardo Anaya recibió un mensaje en torno a la misma época. Aproximadamente un mes más tarde, el vocero del partido Fernando Rodríguez Doval recibió un mensaje. Para el funcionario, esto es propio de un régimen autoritario.  

Aunque el informe no llegaba a conclusiones concretas sobre quién era responsable de la trama, señaló que en la época en la que se atacaron los celulares de las víctimas se estaba debatiendo una legislación anticorrupción en el Congreso.  

Pegasus es un producto de la firma israelí NSO Group que se utilizó para atacar los celulares de personas que investigaban o criticaban al gobierno de México, señaló Citizen Lab. El centro dijo no haber encontrado pruebas concluyentes de la implicación del Gobierno.


El software convierte un celular en un dispositivo espía y permite activar el micrófono y la cámara a distancia, además de acceder a todo el contenido almacenado dentro.  

Postura

El presidente Enrique Peña Nieto ha rechazado las acusaciones de que su gobierno era responsable de la trama y prometido una investigación.  

El Centro Miguel Agustín Pro Juárez, un destacado grupo defensor de los derechos humanos que ha investigado varios casos importantes de derechos humanos, ha dicho que sus empleados también fueron blanco del ataque. Otros objetivos fueron los reputados periodistas Carmen Aristegui y Carlos Loret de Mola.  

En febrero Citizen Lab y sus socios publicaron un reporte donde detallan cómo expertos en alimentación y activistas contra la obesidad también fueron blanco de Pegasus.

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